En una acción multitudinaria que incorpora al calendario de movilizacion popular la convocatoria "Ni una menos" al cumplirse el año de su primera edición, decenas de miles de personas autoconvocadas y organizaciones sociales y políticas marcharon este viernes desde Congreso a Plaza de Mayo en repudio a la violencia de género y en reclamo de justicia.
Con los rostros de víctimas
en pancartas que dieron presencia a mujeres víctimas de femicidios, nutridos
grupos de manifestantes hicieron muestras artísticas e instalaron en el
perímetro de reja del Congreso fotos de niñas y jóvenes mujeres por las que
reclaman justicia las organizaciones de género.
Tras unos instantes de
encuentro y concentración comenzó a hacerse evidente que el espacio público
todo, con calles y avenidas porteñas hormigueando de manifestantes, marcaría un
nuevo capítulo de la iniciativa encabezada por un cartel de la "Campaña
contra las violencias hacia las mujeres".
Similar a lo que ocurre en
las emblemáticas marchas por derechos humanos, "Ni una menos" convocó
a mucha gente que participa por iniciativa propia, estableciendo a su paso un
cordón de aplausos de vecinos que desde las veredas alientan a la movilización.
Hubo negocios abiertos,
personal que se asomó de los hoteles de la Avenida de Mayo para saludar a las
decenas de miles de personas que tapizaron el recorrido, y muchos participantes
que espontáneamente fueron estableciendo el corte de tránsito por donde pasaba
la marcha, ya que no fue visible un operativo policial.
Entre los participantes no
faltaron las diputadas y diputados del Parlasur, las columnas de partidos
políticos como el Frente de Izquierda de los Trabajadores, la "Campaña
nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito",
organizaciones de derechos humanos y legisladores del Frente para la Victoria y
el PRO.
También organizaciones de
mujeres como las Vecinas de Once y las Insurrectas, además de gremios como el
Sipreba de Prensa de Buenos Aires; de docentes Ademys y AGD; de ferroviarias y
estatales de Capital, y diversos municipios que generaron áreas específicas.
Con el concepto de que
ninguna mujer está sola, el colectivo "El arte como herramienta de
lucha" pidió con dos actrices vestidas de negro abrazos a los transeúntes,
lo que puso una nota emotiva a la algarabía y el colorido de la marcha:
"no nos tiene que vencer el silencio", apelaron con un cartel.
Samantha marchaba cargando
en hombros a Mía, de tres años, quien portaba su bandera de 'ni una menos':
"Creo que es una causa de todas las mujeres. Tengo una hija mujer y casos
cercanos de violencia de género, y no puedo creer la impunidad judicial con la
que se beneficia a todos los violentos", dijo la mujer a Télam.
Un conmovedor grupo con
"ropas de las que ya no están" reunió a mujeres sordas y
discapacitadas auditivas, quienes atraviesan procesos de rehabilitación por
diversas situaciones de violencia.
Frente al popular cine
Gaumont, gente solidaria autoconvocada reunía una colecta para Brisa -nena que
motivó un proyecto de ley de compensación económica para chicos huérfanos
víctimas de femicidio-, con pedido de ayuda alimentaria para la familia que
quedó a cargo del abuelo viudo.
Era llamativa la cantidad de
organizaciones barriales agrupadas para ayudar a mujeres víctimas de violencia
-Lugano, Villa 31 y 1-11-14-; entre ella, la Unión de Mujeres en Acción, de
Merlo, que empezó asistiendo casos individuales y sumó abogadas y psicólogas.
Rita Sosa, de la agrupación
"Nosotras sí podemos", contó a Télam que empezaron ayudando a mujeres
desalojadas y hoy tienen un emprendimiento textil.
"La violencia no
solamente es pegar, sino dejar sin casa a una mujer que no tiene trabajo",
sentenció Rita, y rechazó que volvieran a sus casas porque les "guste que
el marido les pegue, sino porque no tienen dónde ir".
Agrupaciones estudiantiles
secundarias y universitarias aportaron columnas muy numerosas, como la del
Cerámicas, Arte Dramático o el Carlos Pellegrini, colegio preuniversitario que
mostró más presencia de varones.
Pablo Vasco, del Movimiento
Socialista de los Trabajadores, dijo que acompañaba el reclamo de las mujeres
"porque creo que los gobernantes deben poner todos los recursos que hagan
falta para detener la violencia de género".
A través de la Comisión
sobre Temáticas de Género, la Defensoría General de la Nación adhirió
informando que brinda patrocinio jurídico gratuito, a fin de efectivizar el
derecho a una vida libre de violencias, con atención en Paraná 426.
A la llegada de la enorme
movilización a Plaza de Mayo, un vallado por detrás de la Pirámide, tras el que
formaba la Infantería en actitud de guardia, le puso límite al avance.
En una letanía de demasiados
nombres, las manifestantes dieron el presente a cada una de las ausentes por
femicidio, mientras el cartel testimoniaba: "Ni una menos: vivas nos
queremos. El Estado responsable" de la justicia por ellas y por todas.
Fuente: Télam