Un
hombre fue condenado a ocho años y seis meses de prisión por haber intentado
matar a golpes de puño y patadas en la cabeza a la vicedirectora del colegio al
que concurría su hija, en la localidad bonaerense de San Fernando, informaron
fuentes judiciales.
La
pena recayó sobre Gustavo Daniel Garay (50), quien había llegado al debate en
libertad pero hace una semana quedó detenido por orden del Tribunal Oral en lo
Criminal (TOC) 5 de San Isidro tras un adelanto de veredicto.
“Se
trata de la primera vez que una persona que agrede a una docente en la
provincia de Buenos Aires recibe esta condena ejemplificadora y por eso estoy
contenta”, dijo a los medios presentes la víctima, Cinzia Pellegrini (51).
La
vicedirectora del colegio 503 de San Fernando contó que, durante el juicio
oral, su abogado Diego Onorati le pidió al tribunal que cambiara de lugar al
ahora condenado porque la amenazaba “con la mirada”, por lo que consideró que
si salía en libertad podría haberla atacado nuevamente.
“Tengo
muchas ganas de volver a ser la que era pero sé que eso es imposible, yo
recibía a los papás y hoy por hoy no tengo la capacidad de estar sentada con
alguien porque no sé quién está enfrente mío dado que no hay un solo Garay, la
realidad es que violentos hay un montón”, expresó la mujer respecto a que desde
el día del ataque no regresó al colegio ni al distrito de San Fernando.
Pellegrini
aseguró que es común que en las escuelas donde generalmente trabajan mujeres
los hombres las agredan o amenacen sólo por esa “condición”.
Además,
la vicedirectora contó que en los próximos días deberá someterse a una nueva
cirugía para que le coloquen unas placas que sustituirían al hueso occipital
que perdió a raíz de los golpes que sufrió.
En
tanto, el abogado dijo a Télam que los jueces lo condenaron por el delito de
“homicidio simple en grado de tentativa” y desestimaron que se haya tratado de
un intento de “femicidio” como había pedido él y la fiscal Bibiana Santella.
Según
el abogado y ex fiscal de San Isidro, “era una posibilidad que el tribunal
considerara que fue un intento de homicidio simple” ya que lo habían requerido
de manera “subsidiaria”.
En
su alegato del miércoles 6 de julio, la fiscal Santella solicitó que Garay sea
condenado a 14 años de prisión por el delito de “tentativa de homicidio
agravado por violencia de género”.
En
tanto, el abogado Onorati pidió a los jueces Ariel Introzzi Truglia, Marcela
López Ramos y Agustín Gosn, la pena de 15 años por la misma calificación legal
o, subsidiariamente, por “tentativa de homicidio simple”.
En
cambio, el defensor particular Carlos Paniagua, requirió al TOC 5 que el hecho
sea encuadrado como “lesiones graves o gravísimas”.
Dado
que en sus alegatos Santella y Onorati coincidieron en pedir un adelanto de
veredicto, los jueces pasaron a un cuarto intermedio y, luego de deliberar, de
manera unánime lo encontraron culpable y ordenaron su detención debido a la
expectativa de pena.
Según
establecieron los investigadores, en mayo de 2014, cuando su hija con
capacidades especiales concurría a la escuela 504 de Tigre, el hombre amenazó a
una docente con una llave inglesa porque supuestamente la niña era golpeada.
En
octubre de ese año, Garay mantuvo una reunión con el gabinete técnico del colegio
503, donde luego ocurrió el ataque a Pellegrini, y amenazó con matar a tiros a
las tres licenciadas después de ir a “una villa a comprar una pistola nueve
milímetros”, aunque no radicaron la denuncia por “temor”.
El
3 de marzo de 2015 el acusado llevó a su hija al primer día de clases en el
mismo establecimiento educativo y, de acuerdo a otras madres que declararon
durante el debate, cuando ella salió él le preguntó si una maestra la había
golpeado, a lo cual le respondió que “no”.
Sin
embargo, Garay pidió hablar con una autoridad del colegio por lo que la
vicedirectora Pellegrini intentó mantener un diálogo con el padre, quien
inmediatamente le dio una trompada que le fracturó el pómulo izquierdo y, al
caer contra el piso, también le fracturó el derecho.
Según
los testimonios ventilados en el juicio, el detenido comenzó a golpearla en la
cabeza con sus borceguíes con punta de acero hasta que otras maestras y
porteras de la escuela pudieron rescatarla.
La
docente también sufrió el hundimiento del occipital izquierdo y un edema
cerebral, entre otras lesiones, por lo que fue operada de urgencia por los
médicos de un hospital zonal que le hicieron un drenaje en el cráneo.
La
fiscal y el abogado de la víctima coincidieron en que Garay se aprovechó que eran
“todas mujeres” y perpetró el hecho mediante “violencia de género” con la
“clara intención de matarla”, aunque éste agravante fue desestimado por los
jueces.
Fuente: Telam / MundoNorte.com.ar