Bajo la excusa de debatir políticas públicas, los
máximos referentes de la UCR, encabezados por el titular del Comité Nacional,
José Corral, analizaron la marcha del gobierno a seis meses de su asunción,
pronosticaron mejoras en las variables económicas, pero cuestionaron el aumento
de tarifas y, como era previsible, no soslayaron el tema electoral, aunque
dejaron en claro que aún "no es momento de hablar de candidaturas".
"Somos
parte y protagonistas de este gobierno nacional, al que hay que apoyar, y
nosotros lo hacemos con la ética de la responsabilidad", dijo Corral en la
apertura del encuentro, que se desarrolló bajo la consigna "Radicales
frente a los desafíos del futuro".
Pero enseguida
y en lo que pareció un mensaje cifrado al macrismo, el titular de la UCR se
encargó de hacer saber que su partido hará valer su peso territorial a la hora
del armado de listas para el decisivo test electoral de 2017.
"El
presente nos encuentra en el Gobierno, liderando más de 440 ciudades de todos
los tamaños, con 3 gobernadores y 2 vicegobernadores, además de legisladores
que garantizan que las políticas del Ejecutivo se lleven adelante",
remarcó Corral frente a la dirigencia reunida en el Salón Luis Manuel Paz, del
hotel Catalinas Park, de la capital provincial
Con todo y en
vísperas de la llegada del presidente Mauricio Macri a esta provincia, donde,
el sábado presidirá los festejos por el Bicentenario de la Independencia,
Corral sostuvo que "todavía es muy temprano para hablar de
candidaturas", aunque anticipó que en el momento oportuno "los
radicales vamos a pedir protagonismo" en las nóminas.
En ese
contexto, afirmó que el radicalismo aportará a sus "hombres y mujeres más
representativos" en la mayoría de los distritos, porque evaluó las
"elecciones del año que viene serán elecciones en las que habrá que
fortalecer el poder político del presidente", consiguiendo mayoría propia
en ambas cámaras.
Corral puso
como objetivo del radicalismo "consolidar" Cambiemos, planteó la
necesidad de replicar la alianza nacional (UCR-PRO-Coalición Cívica) en todo el
país para los comicios del año próximo y puso freno a la pretensión de algunos
operadores del PRO de confluir electoralmente con sectores del justicialismo
recientemente alejados del kirchnerismo.
Para eso,
pidió a sus correligionarios "tener la cabeza abierta, siendo generosos
pero no ingenuos", al tiempo que marcó como límite de futuros acuerdos a
quienes "tuvieron complicidad con la corrupción o que tienen manejos
irregulares en sus provincias" porque "hay que cuidar la herramienta
que nos dio la gente, que es de cambio".
Con todo, en
el Comité Nacional no descartan inclusión de "peronistas" en las
listas de Cambiemos, aunque tienen en claro que lo central será la
"fortaleza" conque el gobierno de Mauricio Macri y el de la
gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, lleguen a las
elecciones de medio término, en las que serán plebiscitadas ambas administraciones.
"Si esto
sucede, las dos caras que van a estar en los afiches, especialmente en Buenos
Aires, serán las de Macri y la de María Eugenia Vidal, y los nombres de abajo
no van a ser tan importantes porque la gente los votará igual", explicó una
fuente consultada por Télam.
Del encuentro
participaron, entre otros, el ex senador nacional Ernesto Sanz; la
vicepresidenta del partido y senadora nacional, Silvia Elías de Pérez; el
titular del radicalismo tucumano, José Cano y el presidente del bloque de
Senadores Nacionales, Ángel Rozas.
"No se
puede negar que en estos primeros seis meses, las políticas macroeconómicas y
sociales que ha tomado el gobierno de Cambiemos han sido en el camino
correcto", enfatizó Rozas, y agregó: "Sabíamos de antemano que una
parte de esta transición iba a tener aspectos dolorosos pero inevitables como
consecuencia de la herencia recibida y de la necesidad de producir un
sinceramiento de la economía".
Cano por su parte puso a la UCR como la "garante en el gobierno de
que el federalismo tome cuerpo y dimensión en la República Argentina",
mientras Sanz evaluó que "después de seis meses, el gobierno de Cambiemos
es el más progresista de los últimos años, con excepción del de Alfonsín y
pidió a sus correligionarios no poner al partido en "la retaguardia del
presente, porque si no otro espacio asumirá ese lugar frente a la
sociedad".