Comenzó la temporada
internacional de regatas. Belgrado, ciudad de Serbia, fue la sede de la primera
Copa del Mundo de remo. En un año de Juegos Olímpicos, todos los países se
preparan intensamente para brillar en la máxima fiesta del deporte.
El equipo argentino está en Europa
realizando una gira preparatoria desde el 9 de abril. Han corrido la
tradicional regata italiana, Paolo d´Aloja, donde la tigrense María Laura Abalo
acompañada de Gabriela Best lograron una medalla de plata y un cuarto puesto.
Luego la delegación viajó rumbo a la ciudad de alemana de Munich, donde entrenaron
dos semanas arduamente, para luego partir a Serbia.
Allí el viernes 4 de mayo comenzaron
las regatas de la primera Copa del Mundo. El dos largos sin timonel masculino
de Joaquín Iwan y el tigrense Diego López, como las damas del dos sin Gabriela
Best y la tigrense María Laura Abalo y el doble pesado ya clasificado a los
Juegos Olímpicos de Cristian Rosso y el tigrense Ariel Suárez lograron superar
a varios países que como ellos ansiaban llegar a las semifinales.
El sabado 5, en esa instancia, solamente
los primeros tres botes de cada serie clasificaban a la Final A. Los tres botes
argentinos realizaron excelentes performances peleándoles remada tras remada a
las grandes potencias, pero finalmente los tres botes se quedaron en la puerta
de la Final A, al quedar los 3 botes en la 4ta posición.
El cuadruple par pesado de Martín
Lasserre, Rodrigo Murillo, Sebastián Fernández y Brian Rosso corrieron la Final
C mano a mano con el bote danés, finalizando segundos.
El domingo, tercer día seguido de
carreras, los botes argentinos corrieron las Finales B. El primer turno fue
para las damas del dos sin, que se enfrentaban a las múltiples campeonas
olímpicas de Rumania, las medallistas de plata de China y Holanda, las francesas
y el bote de Azerbaiyán. En una regata peleadísima hasta la última remada, las
chicas argentinas cruzaron la meta en la cuarta posición, a menos de 4 segundos
de las ganadoras rumanas. Y a nada más que dos segundos de China y un segundo
de Holanda.
Los chicos del dos sin se ganaron el
aplauso de la tribuna ubicada en los últimos 100 metros de la regata, tras
realizar una levantada increíble y llegar a centésimas del bote checo que cruzó
la línea segundo, logrando así un tercer puesto. Los experimentados remeros del
doble abierto quedaron en la segunda posición tras cruzar la línea detrás del
bote noruego, un rival frecuente para ellos. Los chicos estuvieron muy cerca de
acceder a la final.
Fue un fin de semana a puro sol, muy
agotador, con un ritmo implacable de carreras. Sin embargo fue un comienzo
auguroso para la selección argentina, que superó con creces la actuación que
había tenido el equipo en la primera copa del mundo del 2011. Un buen presagio
para los botes que no están clasificados y que próximamente del 20 al 23 de mayo
buscarán su clasificación olímpica en Suiza.
Mundo Norte