Hace una semana dimos la
primicia de que Sergio Massa estaba desesperado por contratar a Juan Román
Riquelme para el equipo de Tigre, que acaba de clasificarse para la Copa
Libertadores. Pero hay una traba y es que Boca y Riquelme firmaron una cláusula
por la cual, si éste se va al exterior, no le tendría que pagar nada al club.
En cambio, si se decide a jugar para un equipo argentino, debería pagar 2
millones dólares para poder firmar contrato con otro club de primera. Massa se
reunió con el representante de Riquelme, Daniel Bolotnikoff y ambos llegaron a
un acuerdo. Por el mismo, el ex 10 de Boca se considera jugador libre y
presentaría un recurso de amparo por su libertad de trabajo. Pero como la
justicia argentina es lenta y la cláusula firmada con Boca está vigente, para
acelerar los tiempos, Tigre usaría los fondos que pagaría por publicidad el
banco Macro para pagarle a Boca los dos millones de dólares a cambio oficial.
Por su parte, el presidente de Boca, el macrista Daniel Angelici, podría optar
por obstaculizar la operación para que Riquelme juegue en Tigre. Es que al
macrismo podría resultar perjudicado en las urnas si Massa termina encabezando
una lista por el Frente Renovador y utiliza a Riquelme como emblema deportivo.
En esa situación, el tigrense le sacaría votos a la alianza de PRO con Jesús
Cariglino y Gustavo Posse. Si Boca intenta bloquear el pase de Riquelme,
empezaría una batalla jurídica con tintes políticos.
El cierre político
Si no hay acuerdo, Boca
estaría obligado por el contrato firmado a recibir dos millones de dólares
(oficiales). Si el club Tigre cubre de este modo la cláusula de rescisión,
restaría pagarle dos millones de dólares blue a Riquelme por cada año de
contrato. Hoy por hoy, sería un número todavía a discutir y le tocaría a la
ANSES aportar esa suma. Pero, claro está, Diego Bossio sólo recibiría órdenes
de pagar si antes Massa acepta ser candidato por el Frente para la Victoria. Un
intendente muy cercano a Massa como es Gilberto Alegre, de General Villegas,
reconoció que podría haber una alianza con el kirchnerismo si éste le daba
lugar en las listas nacionales y provinciales al massismo. No se sabe si Alegre
lo dijo para patear el tablero o para acordar en serio con el cristinismo.
Parece entonces que la clave del panorama electoral bonaerense puede pasar por
la financiación del pase y el contrato de Riquelme a Tigre. Su DT, “Pipo”
Gorosito, ya dio el OK para la operación. Riquelme, por su parte, vive en el
barrio cerrado La Lomada, en el partido de Pilar, vecino a Tigre. Un cierre
como el comentado indicaría que Massa se integra al cristinismo. En cambio, si
lo financian Jorge Brito y otras figuras del establishment, la situación política
tendría matices. Massa podría entonces batallar sólo con el Frente Renovador o
bien dejar pasar estas elecciones legislativas y esperar el 2015.