El diputado provincial por el Frente Renovador Ramiro Gutiérrez afirmó este jueves que sólo con la declaración de emergencia en seguridad no alcanza, falta compromiso y dinero que deben invertir la Provincia y el gobierno nacional para revertir la problemática que hoy sufren 16 millones de bonaerenses.
En declaraciones televisivas, Ramiro Gutiérrez, diputado provincial por el Frente Renovador, expresó: “No debe haber más palabras, nada de eso alcanza, ahora el gobernador Scioli tiene que poner dinero y un fuerte compromiso, hay que sentar una persona de carne y hueso que tenga aptitud, que tenga responsabilidad para enfrentar al narcotráfico y la inseguridad en la provincia de Buenos Aires".
En esa línea, y en referencia al crecimiento de los robos agravados por el uso de armas y los homicidios calificados, Gutiérrez recordó que en la provincia de Buenos Aires se produce un homicidio cada 27 horas y se denuncian 82 delitos por hora y “este gobierno Nacional con el apoyo de Scioli quieren bajar las penas en 146 delitos y en los homicidios calificados”.
En relación a la situación de los menores de edad que delinquen y quedan en manos de la justicia, el diputado massista aclaró que la Provincia avanzó con el Fuero de Responsabilidad Juvenil, en cuanto a que hoy, los menores de 16 a 18 deben afrontar un juicio como si fuera un mayores de edad, “pero el problema no radica en el juzgamiento sino radica en el que hacemos antes, durante y después del juzgamiento”.
“Si la policía trabajara a destajo y pudiera encerrar a todas las personas prófugas, que son más que las presas o que cometen delito, no habría donde encerrarlos, sean mayores o menores. Además de ello, tenemos en la provincia de Buenos Aires hay medio policía cada mil habitantes y Scioli en lugar de dar la pelea contra el narcotráfico, los manda a controlar cascos, chalecos y motitos”, continuó.
Para finalizar, Gutiérrez añadió: “Faltan 20 mil plazas en el Servicio Penitenciario Bonaerense, por eso los jueces los largan por teléfono y de eso nadie toma nota, y encima viene el juez de la Corte a darnos cátedra y a decirnos qué hay que abolir, y nos propone el domicilio y las tareas comunitarias como reemplazo de la cárcel”.
