Aunque la cantidad de trabajadores municipales parece ser en San Isidro un secreto de Estado, más de la mitad de los trabajadores sufren precarización laboral que se traduce en salarios por debajo del salario mínimo, vital y móvil, contratos basura; ausencia de escalafones, de carreras administrativas y concursos de cargos; falta de capacitación y formación laboral, incorporación de sumas no remunerativas en los salarios, inestabilidad laboral, condiciones de trabajo precarias y, finalmente terminan retirándose con jubilaciones mínimas que no se condicen con sus carreras laborales.
Ni hablar de los bajos salarios que llevan a que, por ejemplo, en el Hospital Central haya enfermeras sin título, situación expresamente prohibida. Los miserables salarios de los trabajadores municipales no se explican en un municipio que tiene un presupuesto de 1.700 millones de pesos.
Marcela Durrieu, presidente del bloque de concejales del Frente Renovador en San Isidro afirma que “hay que crear una comisión paritaria para establecer condiciones de igualdad para que los trabajadores y el municipio puedan negociar salarios y condiciones de trabajo. El actual régimen es de simples acuerdos salariales, en los que el sindicato se limita ratificar la propuesta salarial del ejecutivo”.
Los municipios poseen la autonomía suficiente para devolverles a sus trabajadores derechos básicos que la actual situación les quita. Distritos como Laprida, Tigre o San Nicolás han avanzado positivamente en la solución a esta problemática. “No existe ningún impedimento para que en San Isidro ocurra lo mismo, sobre todos cuando los trabajadores municipales son parte esencial en los servicios que brinda el municipio y contribuyen activamente para mejorar la calidad de vida de los vecinos”, sostiene la concejala massista respecto de la situación local.
La ausencia de una negociación colectiva para los trabajadores municipales, viola la Constitución Provincial, no respeta los Convenios de la OIT N° 151 y 154 que promueven la negociación bipartita de las condiciones de trabajo, ni los lineamientos de la Ley Nacional 24 185, sobre Convenciones Colectivas de Trabajo para trabajadores del Estado.
Para Durrieu la cosa es muy clara: “Los trabajadores municipales merecen tener los mismos derechos que gozan el resto de los trabajadores, en consonancia con las garantías consagradas por nuestra Constitución Nacional, respecto de la igualdad de oportunidades y de trato”, y agrega “que lo ideal sería una ley provincial que fije un piso para todos los municipios pero ya se cayeron varios proyectos porque a la hora de votarlos los intendentes dicen estar de acuerdo pero sus legisladores no dan quórum o no votan. Actualmente hay una ley en debate pero nadie garantiza que no pase lo mismo y nada impide que, mientras tanto, existan paritarias en los municipios”.
“El Sindicato Municipal de San Isidro dice oponerse a la iniciativa a la espera de la sanción de una ley pero es una excusa vinculada a sus acuerdos con el ejecutivo, las mismas razones por las que hace rato que ha dejado de defender a los trabajadores municipales. Otras organizaciones sindicales como ATE apoyan la iniciativa”, finalizó Durrieu.
