El presidente de la AFA y vicepresidente honorario de la FIFA, Julio Humberto Grondona, falleció este miércoles luego de sufrir un aneurisma en la arteria aorta. Estuvo al frente del máximo organismo de fútbol argentino durante 35 años y su partida abre un sinfín de interrogantes a futuro.
Grondona estaba internado por esa descompensación cardíaca que lo obligó a ser trasladado al sanatorio Mitre, donde fue atendido hasta último momento por el especialista Antonio Piazza.
Si bien no hubo información oficial, la muerte del mandamás de la AFA se habría producido a las 12:50, sin llegar a ser intervenido quirúrgicamente como habían sugerido los médicos ante esta complicación en las paredes de la aorta. Estuvo internado con asistencia respiratoria desde la primera hora de la mañana y a la espera de la evolución del cuadro.
Según habían informado oficialmente en el portal de la AFA, el máximo dirigente había tenido una “ligera descompensación”.
Los voceros de la AFA consultados indicaron que Grondona sufrió un fuerte dolor en el pecho pero no tuvo un episodio de paro cardiorrespiratorio, por lo que fue trasladado al centro médico, acompañado por su hijo Julio Ricardo, presidente de Arsenal de Sarandí. Su otro hijo Humbertito Grondona, DT de la Selección Sub 20, estaba en Mar del Plata y debió regresar de urgencia a la Capital Federal.
El mandamás de la AFA, que además era vicepresidente honorario de la FIFA -donde presidía la Comisión de Finanzas-, tenía previsto asistir a la conferencia de prensa en la cual Alejandro Sabella se iba a despedir como técnico de la Selección Argentina.
Su muerte abre muchos interrogantes de ahora en más, teniendo en cuenta la crisis que atraviesa el fútbol argentino desde hace mucho tiempo en sus diferentes aspectos: económicos, administrativos, organizativos y dirigenciales. En cuanto a lo futbolístico, el reciente logro de un subcampeonato en el Mundial de Brasil después de tanto tiempo marcó el inicio de una nueva etapa en cuanto al futuro en el deporte más popular del país.
