Las primeras en romper el cerco del silencio fueron, en realidad, mujeres que sufren violencia de género en un barrio cercano y participan en un grupo para salir de ese infierno. Sus testimonios.
El cadáver de Melina apareció oficialmente el martes, pero la verdad detrás de su hallazgo luego de un mes de búsqueda revela que los restos de la adolescente masacrada a golpes y arrojada al río fueron observados un día antes. No fue por un llamado al 911, ni el alerta a la policía de un "busca", sino que las primeras en romper el cerco de silencio fueron mujeres que sufren violencia de género de un barrio cercano y que participan de un grupo en San Martín para salir de ese infierno.
Ornella Tinnirello, integrante de la Mesa Provincial del Frente de Mujeres del Movimiento Evita, contó a Diario Popular que "el lunes fueron las propias mujeres que participan de nuestros talleres quienes contaron, venciendo el miedo, sobre la presencia del cuerpo de Melina en la zona cercana, y fuimos al lugar a recorrerlo, pero no logramos ubicar los restos".
"Al día siguiente concurrimos nuevamente, hasta que encontramos el cadáver. Hacemos un trabajo de apoyo y acompañamiento de mujeres que sufren la violencia machista y patriarcal en su máxima ferocidad. Todas somos víctimas de esa violencia, pero ellas aún más. Y no es un dato menor que ellas hayan sido las que resolvieron la búsqueda del cuerpo de Melina. Mujeres que logran poner en palabras sus padecimientos y tratan de protegerse. Con todo eso en sus espaldas, vencieron el miedo y hablaron", dijo Tinnirello.
"Estuvimos acompañando la desaparición de Melina desde el comienzo, con volanteadas y actividades exigiendo justicia. Al mismo tiempo, generamos conciencia sobre el nefasto tratamiento mediático de este caso, que se repitió en otros con niñas y mujeres victimizadas que son culpadas de sus propias muertes, estigmatizadas por su pobreza y ser mujeres", señaló la militante.
Durante la jornada del martes, desde la policía se informó que la aparición del cuerpo había sido consecuencia de un llamado al 911, y también que había resultado clave el aporte de un "busca" que andaba por los márgenes del Canal Sur en José León Suárez. Pero no. Mientras el cuerpo de la chica era rastreado por buzos en Tigre, mujeres golpeadas pudieron expresar lo que sabían.
"Luego de recorrer el lunes el lugar, volvimos el martes, hasta que logramos identificar mediante indicios los restos de Melina. Tratamos de evitar que la policía tome contacto primero, para que no se filtre a la prensa, y convocamos a las autoridades judiciales. Y de ese modo cuidar el lugar del hallazgo, dijo Tinnirello.
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