Así lo admite el prefecto Díaz Gorgonio, preso por el hecho que ocurrió en la campaña 2013 en escuchas que le hicieron en la cárcel.
Diaz Cogornio, el prefecto que está preso tras ser acusado por el robo a la casa de Sergio Massa en plena campaña de 2013 fue grabado por la Justicia en conversaciones telefónicas desde la cárcel en las que se reconoce como autor del hecho y como agente de inteligencia de un organismo que depende del Poder Ejecutivo Nacional.
La investigación de este hecho ha tenido un nuevo giro en los últimos meses tanto por la suma de indicios concretos sobre la existencia de una red de espionaje con apoyo gubernamental como por la posible existencia de un expediente armado por el Kirchnerismo que se instrumentaría para intentar suspender el juicio oral contra Díaz Gorgonio.
El fiscal de Rincón de Milberg, Mariano Magaz, quien también instruyó el robo a los Massa, abrió una investigación al respecto.
De esta manera, la Justicia corroboró que el celular desde donde se había realizado el llamado sospechoso había sido conectado a varias líneas distintas a través de diferentes chips de Telecom Personal: una de ellas era usada por el prefecto Díaz Gorgonio desde la cárcel. Por este motivo, el fiscal Magaz ordenó la intervención de ese teléfono.
Estas escuchas de las conversaciones del prefecto, concretadas por la Secretaría de Inteligencia (SI), fueron sumadas como prueba al expediente “madre” del caso Massa y terminaron generando otras denuncias y líneas de investigación.
Algunas de las escuchas entre Gogornio y su mujer, Graciela Garate, registra cuando éste le cuenta que una enfermera que lo atendió bajo arresto lo reconoció porque lo vio en las filmaciones difundidas por los medios del robo a los Massa. El prefecto relata que respondió aceptando la autoría del hecho: “Sí, le digo, esto es para mi excarcelación (por el análisis al que se estaba sometiendo)”.
En otra escucha, Díaz Gorgonio admite que trabajaba como agente de la Dirección de Inteligencia Criminal, un organismo de espionaje que depende del Gobierno. “La Dirección de Inteligencia Criminal, donde estaba yo, pasó directamente a la Agencia Federal”, le cuenta a su mujer al explicarle el proyecto K de renovación de la SI.
Otra de las escuchas muestra que el prefecto le da instrucciones a su esposa para que pase a retirar un sobre en lo que sería una sede de Prefectura. Los registros de esos llamados le permitieron a la Justicia descubrir que Díaz Gorgonio se interesó y buscó influir en un expediente en Pilar que buscaría suspender el juicio oral en su contra.
El prefecto Díaz Gorgonio está acusado de haber entrado a robar la casa de Massa el 20 de julio del 2013 para el fiscal Magaz, está probado que violentó una ventana y se llevó una caja fuerte. Corgonio trabajaba como espía del Ministerio de Seguridad de la Nación.
La investigación de este hecho ha tenido un nuevo giro en los últimos meses tanto por la suma de indicios concretos sobre la existencia de una red de espionaje con apoyo gubernamental como por la posible existencia de un expediente armado por el Kirchnerismo que se instrumentaría para intentar suspender el juicio oral contra Díaz Gorgonio.
El fiscal de Rincón de Milberg, Mariano Magaz, quien también instruyó el robo a los Massa, abrió una investigación al respecto.
De esta manera, la Justicia corroboró que el celular desde donde se había realizado el llamado sospechoso había sido conectado a varias líneas distintas a través de diferentes chips de Telecom Personal: una de ellas era usada por el prefecto Díaz Gorgonio desde la cárcel. Por este motivo, el fiscal Magaz ordenó la intervención de ese teléfono.
Estas escuchas de las conversaciones del prefecto, concretadas por la Secretaría de Inteligencia (SI), fueron sumadas como prueba al expediente “madre” del caso Massa y terminaron generando otras denuncias y líneas de investigación.
Algunas de las escuchas entre Gogornio y su mujer, Graciela Garate, registra cuando éste le cuenta que una enfermera que lo atendió bajo arresto lo reconoció porque lo vio en las filmaciones difundidas por los medios del robo a los Massa. El prefecto relata que respondió aceptando la autoría del hecho: “Sí, le digo, esto es para mi excarcelación (por el análisis al que se estaba sometiendo)”.
En otra escucha, Díaz Gorgonio admite que trabajaba como agente de la Dirección de Inteligencia Criminal, un organismo de espionaje que depende del Gobierno. “La Dirección de Inteligencia Criminal, donde estaba yo, pasó directamente a la Agencia Federal”, le cuenta a su mujer al explicarle el proyecto K de renovación de la SI.
Otra de las escuchas muestra que el prefecto le da instrucciones a su esposa para que pase a retirar un sobre en lo que sería una sede de Prefectura. Los registros de esos llamados le permitieron a la Justicia descubrir que Díaz Gorgonio se interesó y buscó influir en un expediente en Pilar que buscaría suspender el juicio oral en su contra.
El prefecto Díaz Gorgonio está acusado de haber entrado a robar la casa de Massa el 20 de julio del 2013 para el fiscal Magaz, está probado que violentó una ventana y se llevó una caja fuerte. Corgonio trabajaba como espía del Ministerio de Seguridad de la Nación.
