El senador Sebastián Galmarini visitó esta mañana el colegio parroquial Nuestra Señora de La Cava para hacer entrega de un nuevo subsidio del Senado de la Provincia de Buenos Aires. Allí fue recibido por el Padre Jorge García Cuerva, por la directora Claudia Dal Bosco y la responsable del área Desarrollo Institucional, Marina Castro.
“El aporte del Senado de la provincia, a través de Sebastián Galmarini, va a sumar a una obra enorme que estamos haciendo que es hoy poder reconstruir, prácticamente hacer de nuevo, la cocina, el comedor y la despensa de nuestra comunidad educativa y parroquial, porque esto se utiliza de lunes a lunes”, agradeció el Padre García Cuerva.
Galmarini se mostró muy contento por poder ayudar la obra que la parroquia y el colegio hacen por el barrio La Cava y contó que el Obispo Oscar Ojea fue quien lo invitó el año pasado a acompañar la refacción del comedor escolar para los 1100 alumnos de la institución y las 400 viandas diarias que elaboran para las familias más pobres de la comunidad.
“Todos los que vivimos en San Isidro y conocemos este municipio, tenemos como objetivo, como ilusión, que barrios como La Cava sean barrios de vivienda digna, que la gente tenga una mejor calidad de vida, que llegue el Estado, que el Estado entre al barrio”, señaló Galmarini durante el encuentro. A continuación, afirmó: “si todos hacemos lo que nos corresponde, si todos ponemos nuestro granito de arena, es posible transformar la realidad, en este caso en una villa tan emblemática para la provincia de Buenos Aires y para la Argentina, muy cerca de los barrios más ricos de nuestro país”.
Por su parte, el Padre García Cuerva opinó: “Acá en el colegio tenemos claro que el gran problema y si quieren la gran pobreza de la Argentina, pasa por lo educativo. Entonces, como decía Sebastián, intentamos aportar nuestro granito de arena para revertir esa situación”.
Además, la directora Claudia Dal Bosco destacó la importancia que tiene el comedor para los docentes del colegio: “la idea nuestra es educar de manera integral. No es sólo dar las ciencias, las materias curriculares sino también de una forma integral educar a los chicos en normas de convivencia, en lo que es crecer en valores y en lo que es poder sentarnos al lado de ellos a compartir un almuerzo, un desayuno, donde los chicos puedan vivir también relacionándose con otros chicos, con los docentes mismos, con chicos de otros grados.”
