El
radicalismo provincial se alistaba para comenzar la Convención. Sin embargo, el
evento, tal como se esperaba una vez comenzada la rosca, se cayó por falta de
quórum. Se conformó una mesa ejecutiva provisional que convocó a una nueva
convención para el 11 de abril
En Arrecifes el ambiente estaba caliente. Los bonaerenses deliberaron y rosquearon en el Club Almirante Brown. Tan caliente estaba que al final se enfrío. No hubo convención. Todo quedó en los encuentros previos. Por un lado los alfonsinistas, por el otro los que responden a Leopoldo Moreau y Daniel Salvador. Nunca se juntaron y la Convención finalmente se frustró.
Entre otras cosas se preveía que los convencionales emitieran un documento que dejará abierta la puerta a alianzas locales, pero que en lo fundamental quedaría a la espera de lo que una semana después decida la Convención Nacional que se llevará a cabo en Gualeguaychú.
Como es sabido, dentro del radicalismo bonaerense, sobre todo del lado de los intendentes, toma cada vez mayor impulso la postura del senador Ernesto Sanz, que propicia un acuerdo con el PRO de Mauricio Macri, a nivel provincial y municipal. Son varios los jefes comunales boina blanca que nada quieren saber con salir a la cancha con la boleta del debilitado FAUnen.
Pero volviendo a lo sucedido en Arrecifes, todo pasó por el imposible quórum. El alfonsinismo sabiéndose derrotado, prefirió no prestar su número para que la cuestión avance y todo quedó en la nada. A esa altura se sabía que el cónclave iba camino al fracaso y que la idea de posicionar a Cobos como presidenciable no era factible. Al menos hoy.
El sector opositor, con Daniel Salvador a la cabeza, contaba con 123 convencionales titulares. Le faltaron apenas seis para lograr el quórum. Y el oficialismo tenía casi el mismo número. Alguno menos, pero ahí. Por ende, si se hacía la Convención todo iba a ser demasiado discutido. Unos iban a querer una cosa, otros otra. Y en una de esas, como en oportunidades anteriores, terminaban a los sillazos.
"No le hacemos ningún favor al partido si la convención termina mal", dijo el diputado nacional alfonsinista Miguel Bazze, cuando en la sede de la UCR local, explicaba los motivos de porqué no iban a dar quórum. En ese momento se tomó unos segundos para pedirles disculpas a los convencionales. Más allá de las disculpas, por lo bajo, algunos de los presentes se preguntaban "para qué se hizo la Convención?".
La respuesta la tenía el propio Ricardo Alfonsín, quien dijo que la Convención se realizó para cumplir con lo que estipula la Carta Orgánica, la cual da un plazo de noventa días desde la asunción de autoridades. Ese plazo vencía la semana que viene.
Además, el chascomunense reconoció que no tenían quórum propio y explicó que esto se debía a que en los últimos tres meses perdieron un número importante de convencionales que respondían a dos dirigentes que se fueron del sector. Nunca los nombró, pero la referencia era para el possista Fernando Pérez y para Luis Oliver, que si bien continúa en la UCR, ahora está jugando para el lado de la oposición.
Por otra parte resaltó que su sector va a acatar lo que decida la Convención Nacional en cuanto al tema alianzas e hizo hincapié en que espera que si la mencionada Convención decide otra cosa a la que piden los sectores opositores, ellos también la acaten y no se vayan del partido. El palo, por supuesto, fue para Ernesto Sanz, quien hoy otra vez volvió a posar junto a Mauricio Macri.
Vale recordar que el moroísmo, en la previa, tenía la intención de posponer la Convención provincial para después del encuentro nacional. El motivo, según señalaban las fuentes, sería que no es lógico reunir primero al cuerpo provincial y una semana después al nacional cuando debiese ser al revés, o sea “esperar la decisión que tome la UCR a nivel nacional para después acoplarse”.
Es importante señalar que el complicado presente del centenario partido en la provincia de Buenos Aires no es casual. Sin ir más lejos, llegó a Arrecifes dividido en al menos cuatro posturas. Una de ellas es fortalecer UNEN, la otra es la de formalizar un llamado a toda la oposición para una gran alianza electoral, una tercera posición que pretende una alianza con Macri y por último la que tiene coincidencias con el gobierno nacional.
Una vez caída la Convención por falta de quórum, la oposición, liderada por Daniel Salvador, propuso la creación de una mesa provisional que fue puesta a votación y minutos más tarde aceptada. El presidente de la mesa será Mariano Muñolo y el vicepresidente Cristian Fabricio. En tanto, los secretarios serán Gabriel Reca, Felipe Psiuto, Enzo Gioja y Susana Cabrera. Propusieron que la nueva convención debería realizarse el 11 de abril, pero esto debería decidirse en las próximas 48 horas.
Entre otras cosas se preveía que los convencionales emitieran un documento que dejará abierta la puerta a alianzas locales, pero que en lo fundamental quedaría a la espera de lo que una semana después decida la Convención Nacional que se llevará a cabo en Gualeguaychú.
Como es sabido, dentro del radicalismo bonaerense, sobre todo del lado de los intendentes, toma cada vez mayor impulso la postura del senador Ernesto Sanz, que propicia un acuerdo con el PRO de Mauricio Macri, a nivel provincial y municipal. Son varios los jefes comunales boina blanca que nada quieren saber con salir a la cancha con la boleta del debilitado FAUnen.
Pero volviendo a lo sucedido en Arrecifes, todo pasó por el imposible quórum. El alfonsinismo sabiéndose derrotado, prefirió no prestar su número para que la cuestión avance y todo quedó en la nada. A esa altura se sabía que el cónclave iba camino al fracaso y que la idea de posicionar a Cobos como presidenciable no era factible. Al menos hoy.
El sector opositor, con Daniel Salvador a la cabeza, contaba con 123 convencionales titulares. Le faltaron apenas seis para lograr el quórum. Y el oficialismo tenía casi el mismo número. Alguno menos, pero ahí. Por ende, si se hacía la Convención todo iba a ser demasiado discutido. Unos iban a querer una cosa, otros otra. Y en una de esas, como en oportunidades anteriores, terminaban a los sillazos.
"No le hacemos ningún favor al partido si la convención termina mal", dijo el diputado nacional alfonsinista Miguel Bazze, cuando en la sede de la UCR local, explicaba los motivos de porqué no iban a dar quórum. En ese momento se tomó unos segundos para pedirles disculpas a los convencionales. Más allá de las disculpas, por lo bajo, algunos de los presentes se preguntaban "para qué se hizo la Convención?".
La respuesta la tenía el propio Ricardo Alfonsín, quien dijo que la Convención se realizó para cumplir con lo que estipula la Carta Orgánica, la cual da un plazo de noventa días desde la asunción de autoridades. Ese plazo vencía la semana que viene.
Además, el chascomunense reconoció que no tenían quórum propio y explicó que esto se debía a que en los últimos tres meses perdieron un número importante de convencionales que respondían a dos dirigentes que se fueron del sector. Nunca los nombró, pero la referencia era para el possista Fernando Pérez y para Luis Oliver, que si bien continúa en la UCR, ahora está jugando para el lado de la oposición.
Por otra parte resaltó que su sector va a acatar lo que decida la Convención Nacional en cuanto al tema alianzas e hizo hincapié en que espera que si la mencionada Convención decide otra cosa a la que piden los sectores opositores, ellos también la acaten y no se vayan del partido. El palo, por supuesto, fue para Ernesto Sanz, quien hoy otra vez volvió a posar junto a Mauricio Macri.
Vale recordar que el moroísmo, en la previa, tenía la intención de posponer la Convención provincial para después del encuentro nacional. El motivo, según señalaban las fuentes, sería que no es lógico reunir primero al cuerpo provincial y una semana después al nacional cuando debiese ser al revés, o sea “esperar la decisión que tome la UCR a nivel nacional para después acoplarse”.
Es importante señalar que el complicado presente del centenario partido en la provincia de Buenos Aires no es casual. Sin ir más lejos, llegó a Arrecifes dividido en al menos cuatro posturas. Una de ellas es fortalecer UNEN, la otra es la de formalizar un llamado a toda la oposición para una gran alianza electoral, una tercera posición que pretende una alianza con Macri y por último la que tiene coincidencias con el gobierno nacional.
Una vez caída la Convención por falta de quórum, la oposición, liderada por Daniel Salvador, propuso la creación de una mesa provisional que fue puesta a votación y minutos más tarde aceptada. El presidente de la mesa será Mariano Muñolo y el vicepresidente Cristian Fabricio. En tanto, los secretarios serán Gabriel Reca, Felipe Psiuto, Enzo Gioja y Susana Cabrera. Propusieron que la nueva convención debería realizarse el 11 de abril, pero esto debería decidirse en las próximas 48 horas.
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