En
el marco del Plan Federal de Viviendas, en el barrio Martín y Omar, ubicado en
el bajo de San Isidro, se debían construir 250 viviendas pero sólo se hicieron
44. Ayer, los vecinos se reunieron con los concejales para buscar una salida a
la urbanización definitiva. El gran ausente fue el oficialismo.
La
reunión fue organizada por los propios vecinos quienes distribuyeron volantes
durante la semana y cursaron invitaciones a todos los bloques que conforman el
Honorable Concejo Deliberante. “Invitamos a todos”, afirmaron los organizadores
quienes semana atrás reunieron 800 firmas que adjuntaron a una carta dirigida a
los concejales para reactivar la inconclusa urbanización del barrio Martín y
Omar.
Esta
acción conjunta y solidaria de los vecinos tuvo su correlato en un pedido de
informes que el Consejo Deliberante aprobó por unanimidad, solicitándole al
Gobierno Municipal que conduce Gustavo Posse información detallada que permita
dilucidar qué pasó con las viviendas que faltan, y también con el dinero que se
debía invertir y que ya estaba comprometido por el anterior Gobierno Nacional.
“Para
San Isidro, en el marco del Subprograma de Urbanización de Villas y
Asentamientos Precarios pertenenciente al Plan Federal de Viviendas, estaban
previstos más de 400 millones de pesos provenientes del Estado Nacional para
integrar al resto de la trama urbana, de manera definitiva, los barrios
precarios que aún existen en el distrito. Varios años después los vecinos
siguen reclamando la finalización de las viviendas y la urbanización definitiva
de este barrio y de los demás, donde
tampoco se finalizaron ni las veredas ni las cloacas ni el pavimento”, explicó
Marcela Durrieu, presidente del bloque del Frente Renovador, que estuvo presente
en la reunión.
Los
concejales del FR, Con Vocación por San Isidro, Consenso por San Isidro, Libres
del Sur y el PRO se comprometieron a elaborar un Proyecto de Ordenanza que
contemple la finalización de las obras con recursos que, según la rendición de
cuentas, alcanzan alrededor de 30 millones utilizados en la fallida campaña a
gobernador del intendente, gastos superfluos que no resentirían ningún otro
servicio municipal.