Todo ocurrió en el camping de Punta Lara, sede de la asamblea de afiliados de ATE Ensenada, en la que se aprobó de forma totalmente irregular, a mano alzada, la memoria y balance correspondiente al 2018.
Con un clima enrarecido, desde muy temprano el sector del oficialismo se colocó en cercanías del escenario para no dejar avanzar a representantes de la oposición. El siempre cuestionado secretario General, Francisco “Pancho” Banegas, llegó al lugar y en todo momento estuvo rodeado por su patota que se apostó en la tarima central.
El presidente del Astillero Río Santiago, Héctor Calvente, ex secretario de Gobierno de San Miguel, pagó la "choriceada" y dejó salir antes de cumplir el horario laboral a sus acólitos para impedir el acceso de los afiliados opositores.
Así, en ese contexto, como cuando se limitó a observar a la distancia mientras reprimían a los trabajadores del ARS, Banegas, alejado de sus representados, llevó adelante una asamblea irregular dando por ganador a su sector, sembrando mas dudas que certezas en una votación a mano alzada.
Camino a agosto, cuando se dirimirá la interna gremial, el cuestionado sindicalista no la tiene fácil ya que debe rendir cuentas a una justicia que castiga a la corrupción como nunca antes.
También pudimos averiguar que se presentarán para decidir los destinos de la conducción del gremio otros espacios como la agrupación ADN Astillero para la Victoria - Blanca Dorada y la Verde y Blanca.
