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04/07/22

El padre Juan Carlos Di Camillo es el nuevo párroco del Sagrado Corazón de Boulogne

En una jornada cargada de alegría y muchísima emoción, ayer, domingo 3 de julio, el padre Juan Carlos Di Camillo asumió como Párroco del Sagrado Corazón de Boulogne. 

La parroquia se encuentra en Los Ceibos y Cnel Bogado, Boulogne Sur Mer, Provincia de Buenos Aires.


El padre JUAN CARLOS DI CAMILLO, tiene una larga trayectoria dentro de la comunidad religiosa, aquí les dejamos una reseña biográfica:

El P. Juan Carlos Di Camillo, C.R., nació en la ciudad de Villa Adelina, partido de San Isidro, el 10 de noviembre de 1959. Hijo de Domingo Di Camillo e Inés Peter, matrimonio cimentado en valores profundamente humanos y evangélicos, encarnados en una realidad sufriente. De ellos aprenderá el amor y la preocupación por los más pobres y desfavorecidos.

Realiza sus estudios primarios en la escuela San Andrés Avelino de Villa Adelina -PP.Teatinos- y cursa el secundario en el colegio Santa Isabel de San Isidro –PP. Salesianos-

En el año 1980, movido por el amor a Dios y a los más pobres, ingresa en la orden de Clérigos Regulares (Teatinos), comunidad religiosa fundada por San Cayetano. Esos primeros años de aspirantado, postulantado y noviciado transcurren en la comunidad de Nuestra Señora de Luján, bajo la dirección de su primer formador, +P.Andrés Pascual, C.R. Posteriormente reside en la comunidad de La Plata, en compañía de sacerdotes de la talla del Venerable Siervo de Dios, +P. Antonio Sagrera, P. Jorge Cassa i Vallès y +P. Juan Nadal, quien sería su formador y con quien, en 1985, inauguraría la “Casa de Formación San Cayetano” de Villa Adelina. En los años de residencia en La Plata se vincula especialmente con los jóvenes y funda un Grupo de Guías y de Scouts.

Habiendo madurado su vocación teatina, el 14 de septiembre de 1986 emite sus votos solemnes en la Parroquia del Sagrado Corazón de Boulogne. Unos años más tarde, al concluir sus estudios de filosofía y teología, con el deseo de ser “todo para todos” (cfr. 1Cor, 9), el 17 de marzo de 1989, es ordenado sacerdote por imposición de manos de Monseñor Jorge Casaretto, convirtiéndose en el primer sacerdote teatino argentino.

Durante ese año, se forma en Teología de la Vida Consagrada, en el Instituto Regina Apostolorum de Madrid.

En el año 1990 asume como párroco de Ntra. Sra. de Lujan de Villa Adelina. Allí despliega una pastoral centrada en los barrios populares, entre otros, el barrio “Los Perales”, donde impulsa la construcción de la capilla Ntra. Sra. del Valle. También durante estos años funda la Escuela “Santa María de Luján”, destinada a la formación de jóvenes y adultos con diversidad funcional.

En noviembre de 1994 es nombrado párroco de San Cayetano de la ciudad de la Plata, asumiendo como responsable del colegio homónimo y superior de la comunidad religiosa. Sumará sus esfuerzos para que la parroquia sea elevada a la categoría de “Santuario Diocesano”.

En esta época le toca hacer frente a las situaciones sociales extremas por las que atravesaba el país. Apadrina un merendero y apoyo escolar en el barrio denominado “El Charquito”, cuya población, en su mayoría, se dedicaba a la recolección de cartones. En este contexto acompaña a sus familias, especialmente a niños/as en situación de calle. Funda en el barrio San Carlos el “Hogar de Día San Cayetano” para niños/as en situación de riesgo. Al tiempo, sigue acompañando a sindicatos, trabajadores y desocupados, llegando a mediar en distintos conflictos laborales. También durante este período obtiene el título de Profesor en Filosofía y Ciencias de la Educación y la Municipalidad de la Ciudad de La Plata le concede la Distinción al Trabajo por los Derechos Humanos.

En 2005, viaja a las Islas Malvinas acompañando a la Comisión de Familiares de los Caídos en el conflicto bélico.

Durante todos sus años de pastor se dedica a la formación y acompañamiento de jóvenes –hombres y mujeres- que aspiran a abrazar la vida consagrada teatina. De igual modo, acompaña a los laicos en la gestión y animación de los colegios, con foco en una pastoral educativa centrada en la persona y las necesidades reales de las familias que eligen una formación católica para sus hijos/as. Esta tarea la desempeñará a lo largo de toda su vida consagrada, asumiendo el relevo de los Padres que le precedieron.

En el año 2001 el Prepósito General de la Orden lo nombra Delegado para Argentina. Tras un largo camino recorrido, la Delegación da paso a la Provincia Teatina de Argentina. Es entonces cuando sus hermanos teatinos lo eligen como su primer Prepósito Provincial, servicio que realizó a lo largo de nueve años consecutivos.

En el año 2005, asume la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Boulogne, siendo párroco y superior de la comunidad. Desempeña su labor en los barrios Obrero, Santa Rosa, y Arrebato. A partir de su gestión, logra que un grupo de religiosas de la Congregación “Hijas de la Cruz” tengan presencia en dicha comunidad.

Es también durante este período que realiza una intensa pastoral penitenciaria. También en 2005, bajo su animación provincial, se funda la Casa Teatina de Empedrado (Corrientes).

En el año 2014 sus hermanos religiosos le confían el cuidado pastoral de la parroquia San Cayetano de Villa Adelina, así como también el servicio de representante de la Orden en el Colegio. Es en este período en que vuelve a ser maestro de aspirantes y postulantes en la “Casa de Formación San Cayetano”. En 2018 recibe un reconocimiento a su trayectoria social por parte del Club de Leones -Zona Norte-

En el año 2020 es destinado a la comunidad Sagrado Corazón de Jesús como Vicario parroquial, encargándose de la pastoral social en los barrios. Ante la pandemia, le toca acompañar y asistir a los más castigados por la falta de empleo y recursos. Gestiona, junto a un grupo de laicos comprometidos, el reparto de viandas y productos de primera necesidad, atendiendo material y espiritualmente a unas 700 personas por semana.

En el año 2021 asume la responsabilidad de liderar la pastoral educativa del colegio Sagrado Corazón hasta el día de hoy.

Más allá de todo lo realizado, por pura gracia de Dios, la trayectoria del Padre Di Camillo podría sintetizarse en tres grandes amores: la Eucaristía y su ministerio, la entrega a los más empobrecidos y la presencia incondicional de los laicos, con quienes, codo a codo, fue construyendo su identidad teatina y sacerdotal. Sin la ayuda de Dios y sin la presencia amorosa de tantos matrimonios y personas comprometidas, ninguna obra hubiera llegado a buen puerto.

Después de 33 años de sacerdocio, con sus luces y sus sombras, el Padre Juan Carlos tiene un único deseo: quiere ser cada día más Teatino.

Teatino, como aquellos que soñara San Cayetano y sus compañeros, allá por 1524. Un sacerdote comprometido, ante todo y sobre todo, en la búsqueda del Reino de Dios y su Justicia. Un cura de barrio, sin más aspiración que la de hacer visible el amor de Dios en los más postergados de nuestra sociedad.

Damos gracias a Dios por el don de su vida entregada y por su presencia evangelizadora en nuestras comunidades.

+Q.P.R.D

@mundonorte


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