La pintora autodidacta
nació hace 40 años en la ciudad argentina de Olavarría, pero desde los 3 se
crio en Mar del Plata. En 2014, junto a su hija y esposo fotógrafo, decidió
buscar un mejor porvenir en Palma, la atractiva ciudad balnearia y capital de
la isla española Mallorca. Ya instalada, un día el arte golpeó a su puerta y se
transformó en pintora, luego de investigar y experimentar sobre técnicas, sin
haber tomado clases ni formarse en una academia de arte.
Como buena pintora autodidacta, Natalia Lorena Dumrauf, conocida Natu Dumrauf, tiene la plena libertad de continuar su propio camino y explorar diferentes estilos y técnicas sin restricciones.
Se inició en la pintura de casualidad, hace casi
12 años, cuando un amigo le pidió que le dibujara un logo. “Desde ese
momento no pude dejar de dibujar y cuando dibujar no fue suficiente, apareció
el color y cambió mi vida para siempre. Creo que el arte golpeó a mi puerta un
día y yo solo lo dejé entrar”, afirma la artista plástica argentina,
que reside en Palma de Mallorca.
A esa
ciudad balnearia y capital de la atractiva isla española, arribó en 2014 procedente
de Mar del Plata (donde se crio desde pequeña), por recomendación de gente
amiga.
Como gran
parte de los inmigrantes, Natu hizo distintos trabajos, hasta que descubrió la
pintura. “Mallorca ha sido el lugar donde he
desarrollado mi profesión, donde me he sentido creativa y en donde mi familia y
yo nos sentimos muy a gusto”, puntualiza la madre de Macarena y esposa del fotógrafo
Sebastián Martínez.
Sin
descuidar los quehaceres familiares, Natu se puso a investigar y a experimentar
sobre técnicas, pinturas, pinceles, espátulas y cubetas. Inmediatamente, resultó
evidente que la atrapaban dos técnicas: el impresionismo y el cubismo.
Desde
entonces, la oriunda de la ciudad de Olavarría viene gestando piezas pictóricas
caracterizadas por una inmensa explosión artística. Al respecto, sin olvidar
que tiempo atrás estuvo buceando entre dibujos al carbón y tiza pastel,
confiesa: “Yo pinto con pintura acrílica, principalmente sobre lienzo”.
En cada una de sus creaciones, Natu emplea una mezcla de colores y
figuras geométricas, inspirándose en la inocencia de niños y niñas, que la
motivan a continuar aprendiendo y desarrollando las capacidades creativas.
La titular de @natudumrauf no duda en admitir una cosa: “comprendí
que el arte fue y es como aprender un nuevo idioma, un nuevo lenguaje y este es
el mío. No podría expresarme hoy de otra forma que no sea esta: con colores,
rayas, lunares y dibujos simples y ojos enormes; no intento ser algo que no soy.
Mi pintura es simple pero directa y sincera, al igual que los niños”.
Aunque su estilo posee mucho del vitralismo, que se mueve entre la
expresión de su propia composición de color y los temas de obras conocidas con
pinceladas a lo larga de las épocas, Dumrauf afirma: “creo que mi estilo
no podría etiquetarlo de ninguna manera y tampoco quiero hacerlo porque me
limitaría a mí misma, eso se lo dejo a los críticos y expertos. Yo solo quiero
pintar”.
Siguiendo con la moda actual de tatuarse, Natu eligió poner su brazo imágenes de ilustres referentes del arte, como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Frida Kahlo. “Mi admiración a estos maestros y, luego pensar si yo fuera Picasso, ¿cómo hubiese pintado? ¿Y si fuese Matisse? La verdad, me divierto mucho. Para mí es como un juego y un desafío. Es reinterpretar grandes obras, pero en mi lenguaje. Un poco loco, pero siempre con mucho respeto”, asegura la autodidacta que sueña con pintar un gigante mural callejero.
A
diferencia de sus colegas, en el atelier, a la hora de pintar, no pueden faltar
tres botellas de agua. “Cada una de ellas tienen un significado para mi
vida cotidiana”, sostiene la artista que consagra su vida con el agua
del amor, la prosperidad y la divinidad.
Román Reynoso 2023
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