Que Milei y su círculo intimo odien a Raúl Alfonsín, H. Yrigoyen y a la Unión Cívica Radical, nos atrevemos a decir que es la única opinión con cierta cordura.
Su odio resulta natural a todo aquello que como en el caso de RA, estén comprometidos con los intereses del pueblo “la causa de los desposeídos” y los sagrados intereses de la Nación, aún con aciertos y errores.Su odio puede extenderse cuando confronta sus visiones economicistas, individualistas y promercado, contra las humanistas, solidarias, en defensa de un Estado regulador que vele por la distribución justa de la riqueza, como desde sus orígenes ha sostenido la UCR.
Por supuesto que, ante el
anuncio de privatización de YPF, empresa creada por H Yrigoyen y desarrollada
por Alvear, la UCR también va a estar en contra.
La intención de vender Arsat a
la empresa Claro, por debajo del valor real, como devolución de favores por
aportes a su campaña, la UCR no solo tiene que oponerse sino también
denunciarlo.
“El ajuste lo paga la
política” grito el nuevo Presidente demagógicamente, pero el aguinaldo no lo
cobrarán millones de trabajadores, la paralización de la obra pública dejara
200 mil trabajadores de la construcción en la calle, la UCR tiene que estar del
lado de los damnificados.
La campaña en contra del
estado surgió efecto, pero yo les diría a los que dicen que YPF tiene muchos
empleados, que esta empresa nacional no es deficitaria y que es preferible que
parte de las ganancias vayan a muchas familias argentinas para que vivan dignamente
y no que se la lleve toda algún empresario extranjero.
Son muchas las razones por las
cuales la UCR tiene que oponerse al plan de ajuste de Milei, el radicalismo es
mucho más que anti Kirchnerismo, es un partido que cree que ajustar sin prever
un plan productivo es un error que van a pagar las clases bajas y medias.
A muchos argentinos,
principalmente aquellos de posiciones binarias, antes Macrismo-Kirchnerismo y
ahora Kirchnerismo-Milei les decimos que desde el 2003 a la fecha, la UCR fue
el principal partido opositor al Kirchnerismo, aun cuando Bullrich, Macri, Pichetto,
el propio Milei (asesor de Scioli, ahora confirmado como embajador en Brasil
por el nuevo Presidente) y muchos otros, activa o pasivamente apoyaban al
Kirchnerismo, o fueron participes de diferentes variantes del PJ.
A los que dicen "apoyemos
el cambio” como si Milei fuera lo nuevo, los radicales les decimos, lo que el
propone ya se aplicó en la argentina en los años 70 en el gobierno de la
dictadura y con Menem en los 90 y fue un fracaso.
No gano lo nuevo, gano el
empleado de los empresarios, gano la casta.
Que los radicales seamos
oposición no solo es actuar bajo el imperio de nuestros ideales, sino también
una contribución a la defensa del sistema democrático, en defensa siempre de
nuestra Constitución Nacional, porque si lo prometido se transforma en
espejitos de colores, o si nuestros conciudadanos se cansan de Milei, y el
pueblo no encuentra otra alternativa, recaerá nuevamente en el Kirchnerismo.
FABIO
ABRAHAM
Ex Secretario de gobierno
Concejal UCR (MC)
Lomas de Zamora