El éxito en bajar la inflación
aumenta la urgencia por reformas que contribuyan a mejorar la competitividad.
Una de ellas es un “Súper IVA” que absorba Ingresos Brutos y tasas municipales.
Es un esquema viable y beneficioso para todas las provincias, incluso, las
provincias de menor desarrollo.
Dentro de las dificultades
para su implementación aparece el heterogéneo nivel de desarrollo entre
provincias. En principio, habría al menos 8 jurisdicciones (CABA,
Buenos Aires, Chubut, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Santa Cruz y Santa Fe) que por
la magnitud de su actividad económica podrían autofinanciarse usando como
principal fuente de financiamiento el “Súper IVA”. Pero para las 16 provincias
restantes podría haber dificultades debido a que –debido a su menor nivel de
desarrollo– deberían aplicar un “Super IVA” con alícuotas muy altas. Casos
extremos se dan en algunas provincias del norte donde se requerirían alícuotas
estrafalarias debido a su reducida base de recaudación.
Para afrontar el problema y
diseñar soluciones es recomendable dimensionar el obstáculo que plantean
estas 16 provincias. Según datos del Ministerio de Economía, se
observa que:
- Representan el 20% del
PBI total del país.
- El 31% de la población
total.
- El 22% de los hogares
pobres urbanos.
Cálculos tentativos y
preliminares estiman que se necesitaría no más de 1,5% del PBI para este Fondo
de Nivelación. Esto implica un volumen de recursos que
equivale a un quinto de lo que actualmente se distribuye a través de la
coparticipación. Es decir, la correspondencia fiscal plena e inmediata
es viable en aproximadamente el 80% del país. Para el resto, integrado por
muchas provincias pero con incidencia productiva, demográfica y social acotada,
la correspondencia fiscal también es viable, acompañada con el Fondo de
Nivelación como mecanismo de redistribución regional de ingresos para compensarles
la menor capacidad contributiva de su población.
Lo importante es que el Fondo
de Nivelación para garantizar a las provincias más rezagadas el mismo nivel de
ingresos que disponen en la actualidad es de un monto mucho más acotado
que la redistribución entre todas las provincias que hace la coparticipación.
Además, la otra diferencia con la coparticipación es que las transferencias del
Fondo de Nivelación pueden estar condicionadas a cumplir determinadas metas de
responsabilidad fiscal y de un plan de desarrollo que apunte a reducir las
enormes e injustificadas brechas económicas y sociales que hoy se da entre las
provincias argentinas.
El éxito en reducir la inflación aumenta las urgencias en generar condiciones para mejorar la competitividad. No hacerlo implica poner en riesgo muchas actividades urbanas que exportan y compiten con importaciones generadoras de gran parte del empleo. Un paso crucial para dar continuidad a los logros es sustituir Ingresos Brutos y tasas municipales. Las provincias por sí solas no lo pueden hacer. A lo sumo pueden reducir sus alícuotas, lo que genera alivios muy limitados a la producción nacional. El “súper IVA” permite avanzar en el reemplazo de Ingresos Brutos y tasas municipales y generar correspondencia fiscal no solo en las regiones más desarrolladas sino también en las provincias más rezagadas.
FUENTE: IDESA
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