En el vibrante universo del modelaje argentino, surge una figura con un potencial arrollador. Antonella Zermoglio, con sus 24 años y una presencia innegable de 1.72m, y medidas perfectas 90-60-90, no es solo otra cara bonita; es una mujer con una visión clara y una disciplina férrea que está construyendo su camino paso a paso. Desde La Plata, esta futura modelo profesional nos recibe para una entrevista donde desgrana sus sueños, su estilo de vida y sus ambiciones en la industria de la moda internacional.
Antonella, es un placer. Empecemos por el principio. ¿Cuándo despertó en ti esa vocación por el modelaje?
"Desde chiquita siempre
fue mi sueño". Es una llama que siempre ha estado ahí, y ahora estoy
formalizando esa pasión estudiando la carrera de Modelo para pasarela.
Notamos que tienes una formación muy sólida en el mundo de la belleza, con cursos de maquillaje profesional, cosmetología y uñas. Incluso trabajas en una Beauty Center. ¿Cómo crees que este conocimiento técnico impacta en tu desarrollo como modelo?
Sin duda me da una ventaja.
Entender la cosmética, las texturas y cómo realzar la belleza desde la técnica
me permite tener una mirada más completa. No solo soy la imagen; comprendo el
proceso que hay detrás.
Hablemos de tus referentes. ¿Quiénes son esas figuras que admiras en la moda?
"Amo la moda de Versace.
Como modelo, me gustan Naomi Campbell y actualmente Kendall Jenner". Son
iconos de fortaleza y evolución, cada una en su época. Versace representa esa
audacia y glamour que siempre me atrajo.
Tu personalidad, según nos comentas, es "totalmente transparente y muy energética y magnética". ¿Cómo proyectas ese magnetismo en la pasarela?
Es un proceso. "Como
recién estoy comenzando... el magnetismo lo logro fuera del modelaje, fuera de
las pasarelas". Pero es algo que trabajo a diario. "Todo lo que
pienso lo logro. Y eso es ser magnética, atraer". Mi objetivo es llevar
esa energía única a cada desfile.
Y ese "atraer" lo aplicas a tus metas, que son grandes. ¿Cuál es el sueño máximo?
"Mi sueño es llegar a las
pasarelas más grandes del mundo". Tengo la mirada puesta en mercados
internacionales: "Me encantaría llegar a otros países como Rusia, París,
Ecuador y México". Y a nivel local, "me gustaría trabajar para las
marcas Luciano Marra y Ricky Sarkany".
Eso implica una proyección audaz. Incluso te preguntábamos por tendencias como el 'naked dress', y tu respuesta fue un firme "Sí, me encantaría hacerlo". ¿La transparencia en la moda va de la mano con la transparencia de tu personalidad?
(Sonríe) Puede ser. Es sobre
la confianza en una misma. Vestir una pieza así es una declaración de
autoaceptación y valor, y es un desafío artístico que no me da miedo enfrentar.
Más allá de la moda, defines tu vida con un "estilo de vida wellness". ¿En qué consiste?
"Me gusta la comida
saludable, respeto mucho a los animales, hago meditación y reiki. Cuido mucho
mi energía y con quien la comparto". Para rendir al máximo en este medio,
el equilibrio interior es fundamental. Es mi base.
Finalmente, ese camino te llevó a conectar con el productor Claudio Aval a través de redes sociales. ¿Qué esperas de esta nueva etapa?
Es el comienzo para
materializar todo lo que he estado preparando. Es la oportunidad de mostrar mi
trabajo, mi disciplina y ese magnetismo que quiero convertir en mi sello
personal. El futuro se ve brillante.
Con una combinación única de determinación, conocimiento técnico y una energía magnética, Antonella Zermoglio no solo promete: anuncia su llegada. La industria de la moda tiene ante sí a una profesional completa, lista para dar el salto de La Plata al mundo.
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