Crece la polémica en San Isidro por el cambio de zonificación del Hipódromo
El cambio de zonificación de 43.000 metros cuadrados del Hipódromo de San Isidro, aprobada en la última sesión ordinaria del año pasado del Concejo Deliberante, continúa generando controversias. Mientras que el Intendente interino del distrito, Carlos Castellano, acusó de irresponsables a los vecinos que se están movilizando en contra de la ordenanza que permite la edificación en un espacio verde neurálgico, la presidenta del bloque del Frente Renovador, Marcela Durrieu, opinó que “la verdadera irresponsabilidad es que el possismo pretenda cambiar nuestro entorno sin escuchar a nadie”.
En una maratónica sesión que terminó pasada la medianoche del último 5 de diciembre, antes de la asunción de los nuevos concejales, el Honorable Concejo Deliberante de San Isidro aprobó el cambio de zonificación urbana de 4,3 hectáreas del Hipódromo. La ordenanza, aprobada gracias al apoyo de los concejales possistas y dos del Frente Progresista, le otorga parámetros urbanísticos a la zona ubicada en la esquina de Avenida Santa Fe y Márquez, lo que le permitirá al Jockey Club vender esas tierras para que se edifiquen construcciones de 4 pisos.
Los concejales opositores votaron todos en contra de la rezonificación, argumentando que la modificación de este centro neurálgico de San Isidro no puede someterse a consideración en la última sesión del año, sin la información necesaria, sin tiempo para su evaluación y, sobre todas las cosas, sin participación ciudadana.
La polémica no tardó en llegar. El Intendente interino de San Isidro Carlos Castellano, a cargo del ejecutivo mientras Gustavo Posse se promociona en la costa bonaerense, definió como irresponsable la iniciativa de un grupo de vecinos sanisidrenses que se organizaron para hacer público el tema y juntar firmas en contra del cambio del tratamiento urbanísitico de parte del Hipódromo. En un programa de radio local, Castellano acusó a esos vecinos de opositores por impulsar la declaración como “patrimonio sanisidrense” del predio. A su vez, argumentó que para poder hacerlo se tendría que expropiar el predio.
La concejal de San Isidro Marcela Durrieu, quien asumió su banca luego de la controvertida sesión del HCD, respaldó a los vecinos que están juntando firmas: “En primer lugar, es necesario aclarar que antes de esta ordenanza, el Jockey Club no tenía derecho ni siquiera a la expropiación inversa, es decir, a hacerse expropiar, ya que el Hipódromo entero tenía una zonificación que no permitía la comercialización inmobiliaria y ninguna conducta de las autoridades estatales había impedido al Jockey Club el pleno uso y goce de su predio. Me he reunido con vecinos de distintos barrios de San Isidro que están preocupados por el impacto que tendrá la edificación en una zona que constituye nuestro principal pulmón verde, y cuando nos adelantaron su interés en presentar un petitorio, nunca escuché entre sus ideas la de la expropiación. Lo que realmente me parece una irresponsabilidad es que el possismo pretenda cambiar nuestro entorno sin escuchar a nadie, ni promover los mecanismos de participación ciudadana como las Audiencias Públicas”.
Durrieu, suegra de Sergio Massa, contó que vecinos preocupados por el remate del espacio público están impulsando un proyecto para declarar al Hipódromo de San Isidro “Espacio Verde de Interés Provincial”, según establece la Ley Provincial Nº 12.704, con el fin de proteger y conservar el área, asegurar su acceso público y cuidar el bienestar común.
La edil detalló que “con esta declaración, se preservaría esta valiosa reserva ambiental y forestal que forma parte de la identidad sociocultural de San Isidro. Insisto: este proyecto no habla en ningún artículo de expropiación, sino que busca consensuar con el propietario el manejo del espacio verde protegido. Es importante informarle a los vecinos y a los demás concejales que en un espacio verde no están prohibidas las obras o las actividades sino que están sujeta a mayores controles y establece la obligatoriedad de hacer una evaluación de impacto ambiental”. Y agregó: “Lo más importante es que antes de la autorización de un emprendimiento, el municipio debe considerar todas las observaciones que se realicen sobre el impacto ambiental de la obra. Esto significa que el municipio está obligado a considerar todos los reclamos que realicen los ciudadanos”.
Por último, la concejal también mostró su preocupación por las dificultades económicas que atraviesa la actividad hípica, pero no cree que la venta de estas tierras generen un ingreso que sea sustentable “salvo que el proyecto sea vender otra fracción dentro de un par de años, por lo que debería buscar otras opciones. Parece increíble que una institución con ese patrimonio no pueda encontrar una ecuación económica que eluda la venta de tierras y perjudique a los ciudadanos de nuestro partido. De todos modos estamos dispuestos a colaborar con la búsqueda de soluciones”.
La Comisión Directiva del Jockey expresó que el dinero obtenido se usaría para pagar deudas y para construir en la sede de la calle Alvear de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y una cancha de golf en Pilar, pero Durrieu explicó que “para San Isidro no hay ni inversiones ni compensaciones por el aumento del valor del terreno con el cambio de zonificación y la desaparición de las plazas”.
“El argumento de Posse de que se trata de una propiedad privada es francamente débil, cualquier ciudadano, aún cuando lo que desee es ampliar su vivienda debe atenerse a las restricciones que le impone el Código de Ordenamiento Urbano. Hay un déficit en la gestión de oficialismo, sus propuestas siempre están vinculadas a un negocio inmobiliario o al aumento de las tasas”, concluyó Durrieu.
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