En el 2012, más de 120 años después de su creación, se definirá de manera contundente el futuro de la Unión Cívica Radical.
Poco queda de aquél partido nacido al calor de la rebeldía y los nobles anhelos que le dieron origen. Poco queda de aquél partido.
Sin lugar a dudas, Leandro N. Alem se hubiera matado una y mil veces de nuevo de vivir los últimos tiempos.
Pero a pesar de todo, todavía nos queda mucho. Es indiscutible que el radicalismo sigue sosteniendo a pesar de las desventuras y el arrasador paso del kirchnerismo, la estructura política más grande después del justicialismo.
En el interior del país, que es ancho y extenso, quedan muchos radicales resistiendo.
En cada provincia, en cada ciudad y en cada pueblo hay muchos radicales esperando su oportunidad.
En cada recóndito lugar de la Argentina sobran militantes, lo que nos falta son dirigentes a la altura de los tiempos.
Hoy, esos son los radicales que tiene que alzar la voz. El radicalismo de la Capital Federal y el conurbano bonaerense está destruido, y sus dirigentes vaciados de toda representatividad. La renovación viene del interior, o no vendrá nunca!
Los radicales del interior serán los que tengan que definir, más allá de las autoridades asumidas recientemente, cuál será el futuro de la UCR.
Vamos a tener que definir de una buena vez por todas si somos un partido socialdemócrata o si giran definitivamente a la derecha, y yo dejo de ser afiliado.
Yo no creo que el destino del radicalismo sea morir de esta forma, muerto por los mismos que dicen ser radicales.
Hoy la República nos necesita. Necesita de un radicalismo grande y moderno, con caras nuevas y jóvenes que sean capaces de hablarle a la sociedad de la manera que la sociedad pide que les hablen.
Pero si los interlocutores con la sociedad son los mismos de siempre, lamentablemente, estaremos firmando el certificado de defunción de la Unión Cívica Radical. La sociedad ya demostró que no está interesada en lo que dicen esos dirigentes.
Yo creo en otro destino.
Yo creo en los jóvenes.
Convoco a los jóvenes a que nos hagamos cargo de ese destino. Nosotros no somos soldados de nadie, como se definen otras agrupaciones. Nosotros somos ciudadanos libres, herederos del honroso testamento político de Leandro N. Alem.
DANIEL SZUREK
Sec. Prensa y Relaciones Públicas
UCR Vicente López
para MundoNorte
