El nuevo intendente pospuso un pago de 2 millones de pesos a la empresa recolectora de residuos para poder abonar los sueldos de noviembre. Según la nueva administración, la gestión de Ricardo Ivoskus “desfinanció” al Municipio y dejó un gasto mensual en salarios de unos 15 millones. “Los siguientes tres meses los usaremos para hacer un diagnóstico”, dicen desde la Comuna.

“Son días agitados, nos estamos acomodando”, aseguran desde la gestión que comenzó a comandar a partir de diciembre el nuevo intendente de San Martín, Gabriel Katopodis. Es que la “herencia” dejada por el ex efe comunal, Ricardo Ivoskus, está dando varios y continuos dolores de cabeza, según dicen en el nuevo oficialismo.
Una muestra de ello, son los malabares que está haciendo la intendencia para cumplir con el pago de sueldos para el personal de la Municipalidad, que en total suman unos 15 millones de pesos mensuales. Sucede que para poder pagar los salarios de diciembre, Katopodis debió postergar un pago parcial a la empresa de recolección de residuos Covelia por unos dos millones de pesos, de acuerdo a fuentes comunales. “Es lo más urgente, tenemos que equilibrar financieramente al Municipio”, contaron.
Desde la gestión de Katopodis aseguran que el panorama se complicó aún más con el plus del 80 por ciento del sueldo básico que Ivoskus decidió pagar antes de marcharse. “Nos desfinanció, es un gasto extra que para cualquier gestión que ingresa, es un problema grave”, indicaron las fuentes.
A eso se le agregan los casi 1200 nombramientos que Ivoskus hizo en los últimos meses y que están siendo analizados “exhaustivamente, caso por caso”. Algunos podrían anularse porque “generan muchos inconvenientes”.
“Hubo nombramientos de tipo político y algunos desplazaron a jefes con 20 años de antigüedad. Todo eso conlleva a una conflictividad que no esperábamos”, señalan desde la comuna.
De todos modos, desde la nueva administración aseguran que Ivoskus dejó las cuentas “medianamente ordenadas”. “Tenemos una deuda de 30 millones de pesos pero es deuda operativa, es una deuda razonable. Por el momento estamos haciendo un diagnóstico y creemos que en 3 meses podremos empezar con obras propias”, confiaron las fuentes.