Telefónica cada vez más
comprometida con los negocios de la Casa Rosada.
En la madrugada de
anteayer falleció Luis Cella, una gran persona y excelente productor de
televisión -últimamente productor de Fútbol para Todos-, que trabajó doce años
con Susana Giménez y era íntimo amigo de Marcelo Araujo y Julio Ricardo. Pero
antes de ser un hombre de la televisión fue uno de los fundadores de la
Juventud Radical Revolucionaria junto a quien escribe esta nota, Rafael
Pascual, Miguel Bressano y Miguel Ponce. Hace más de veinte años que Cella había
adquirido el vicio de la cocaína, aunque siempre conservó su bonhomía. Su fama
en el ambiente artístico creció a partir de su trabajo con Susana Giménez,
hasta que apareció Jorge “Corcho” Rodríguez, que terminó desplazándolo. Pero
después resurgió con su brillante creación de Fútbol para Todos, que tantos réditos
le dio al gobierno. El caso es que la muerte de Cella tal vez le haga pensar a
Marcelo Tinelli, hoy por hoy rodeado por escándalos de sexo, droga, lavado de
dinero y lobby transversal gay. Con estos temas, el cristinismo profundiza su
extorsión a Tinelli que no es un hombre de la política y, por tanto, es más
probable que ceda ante las presiones de gente sin escrúpulos.
El caso es que desde
el poder le habrían enviado información sobre sus “partuzas”, como difundió Matías
Garfunkel en su pasquín El sensacional. En la misma línea, le habrían sugerido
que había filmaciones sobre sus relaciones homosexuales con un exitoso director
técnico de fútbol, actualmente en Europa e hincha del Racing Club, además de “partuzas”
con modelos y participantes de Showmatch en las que no habrían faltado drogas.
Este seguimiento incluiría la vida del astro fuera de su casa en la habitación
402 del Palacio Duhau, donde pararía frecuentemente para su “living la vida
loca”. Si éstas y otras situaciones trascendieran, como le habrían advertido
desde el poder, la vida de Tinelli podría convertirse en un infierno con sus
hijas y su novia Guillermina Valdez (ex Sebastián Ortega) quien no se iría de
TELEFE pese a la inminente llegada del conductor de Showmatch.
Entregarse o resistir
Siguiendo con los
hechos, después de los K con el garrote, apareció en escena el policía bueno,
que no es otro que Cristóbal López, el Yabrán del cristinismo. Éste le habría
hecho a Tinelli una oferta que, dadas las circunstancias, sería difícil de rechazar.
Esto es, millones de dólares, impunidad para sus vicios y pantalla en TELEFE y
en el Canal 9 del mexicano Remigio González González, más conocido como “el
fantasma”. Su compromiso, obviamente, debía ser abandonar el Canal 13 debido a
la “guerra” que ha entablado CFK con el multimedios. Según una versión, Tinelli
no estaría seguro de si el gobierno tiene las filmaciones que aparenta tener
sobre “partuzas”, homosexualidad y drogas pero de ningún modo estaría dispuesto
a arriesgarse al escándalo. Claro que tampoco le agrada la idea de defraudar a
su audiencia, que estaba esperando el Gran Cuñado de este año. En el 2009, De
Narváez se hizo popular participando de ese ciclo y así le ganó las elecciones
a Néstor Kirchner.
Con el actual
malhumor social, el cristinismo no está dispuesto a darse el lujo de un Tinelli
tomándole el pelo a la presidente como lo hace Jorge Lanata con la actriz e
imitadora Fátima Florez. Por lo tanto, al popular conductor le mostraron el
garrote y la zanahoria.
En el entorno de
Tinelli hay también quienes hablan de no ceder, haciendo caso omiso al escrache
y la extorsión cristinista. La propuesta sería un cambio de imagen que incluiría
la consolidación de su relación con Guillermina Valdez, dejando de lado en su
programa las fiestas gay en las que imita a Ricardo Fort y pasando a llevar una
vida más sana. De optar por este cambio, podría asimismo dedicarse más a San
Lorenzo, que se puede salvar del descenso aún sin la presión cristinista de José
Luis Meiszner, el directivo quilmeño e íntimo del senador Aníbal Fernández y
otros secuaces de Julio Grondona. Son tres los empates de San Lorenzo en tres
fechas, que no lo alejan del descenso. Tinelli tomó la conducción del club como
vicepresidente y puso a su amigo Matías Lammens como presidente.
En las últimas horas,
la tentativa de chantaje a Tinelli redobló las apuestas y empezó a hablarse de
la relación homosexual con un tal R.P. en la habitación 402 del Palacio Duhau.
Pero en este tira y afloja todavía hay esperanzas de que él resista las
presiones y por eso habría dicho que todavía no estaba definido su pase a
TELEFE.
A todo esto, varios
dirigentes políticos opositores se habrían reunido con el premier español
Mariano Rajoy para exponerle hasta qué punto la conducción de TELEFE y Telefónica
colaboran en la Argentina con el autoritarismo cristinista, luego que este
gobierno pusiera en marcha la expropiación de YPF. El más expuesto en esta
situación es el CEO de Telefónica, César Alierta, responsable de que los CEOS
locales de la firma sigan asociados al cristinismo a cambio de ventajas económicas.
En el golpeado gobierno del PP español, las presiones van y vienen, ya que no
es un secreto que en algunos despachos se intenta una solución política de la
crisis por YPF. Tinelli, sin haberlo querido, pasó ahora a ser una pieza clave
en un juego del más alto nivel.
Editor de El Informador Público