Sergio Massa reunió a los cincos candidatos bonaerenses en un restaurante de Tigre para delinear objetivos programáticos y los códigos en la interna. La ausencia de Martín Insaurralde y Francisco de Narváez envalentona a los anotados en las PASO.
Antes de las fiestas, y en el momento que cada precandidato termina de cerrar su campaña en la costa bonaerense, Sergio Massa reunió a los interesados en gobernar la Provincia para definir las reglas de juego de lo que será una disputa tirante.
En un restaurante de Tigre, Jesús Cariglino, Felipe Solá, Mónica López, Darío Giustozzi y Gustavo Posse, acompañados de Juanjo Álvarez, escucharon las órdenes para finalizar tranquilos el 2014 e iniciar un 2015 decisivo para el Frente Renovador, que puede sumar algún candidato más.
A pesar de algunas versiones, Martín Insaurralde y Francisco de Narváez brillaron por su ausencia en la cumbre, aunque se especuló hasta último momento con la presencia de alguno. En definitiva, la bendición de armado en los distritos, fue uno de los ejes fundamentales del almuerzo en Nordelta.
Según pudimos saber cada uno de los aspirantes podrá llevar un candidato en los 135 municipios, sin olvidar la habilitación de una interna en la sección electoral. El armado de una Junta de Gobierno, en la que cada uno tenga representantes, generó la aceptación general de los presentes que terminaron de escuchar los cinco puntos programáticos massistas.
Al igual que a nivel nacional, los referentes del ex Jefe de Gabinete kirchnerista deberán respetar los planteos de Seguridad. “Los métodos y modos son iguales. Después, cada uno pone su impronta”, dijo López quien no ocultó el fastidio contra Insaurralde, resistido por la mayoría de los dirigentes que se enlistaron detrás de Massa.
“No dimos nombres propios. En esa costumbre de no generar especulación está bueno plantear que sólo somos nosotros. Cuando venga, hablaremos. Acá se cierra la lista”, advirtió la legisladora provincial, quien prepara su gira costera y por varios de los distritos.
El resto de los interesados sabe que MI sería un escollo importante a la hora de una interna. Sin vueltas, Giustozzi y Posse lo criticaron por el coqueteo incesante con todo el FR, hecho que no disgusta a Joaquín de la Torre, uno de los fundadores y armador, o hasta Cariglino, quien observa como una incorporación fuerte al lomense.
“El objetivo es que Sergio sea presidente, más allá de las aspiraciones de cada uno de los candidatos”, le dijo a este portal un hombre del riñón massista, casi en la búsqueda de apaciguar los ánimos. “No hay provincia sin Nación. Esto no se puede sostener sin un Presidente afín”, reconocen desde Tigre.
A la espera de los (posibles) arribos, los aspirantes a la Gobernación se blindan en su armado personal, que no “tendrá beneficios” de Massa que todavía espera conseguir más adeptos.
