La jueza federal y ex pareja del fiscal dio a conocer las pericias realizadas por los prestigiosos forenses de la querella. Reveló que la muerte no fue inmediata, que "hubo agonía" y que el cuerpo "fue movido". "Fue un magnicidio", señaló
La jueza federal Sandra Arroyo Salgado afirmó que a su ex esposo el fiscal “Alberto Nisman lo mataron”, al presentar las conclusiones del informe realizado por los peritos de la querella.
“La investigación sólo admite tres hipótesis: accidente, suicidio u homicidio. Descartamos absolutamente las dos primeras”, lanzó en conferencia de prensa.
La magistrada explicó que “no existió espasmo cadavérico porque hubo agonía” demostrada por "la copiosa hemorragia externa" y desmintió de esta manera a las pericias oficiales, ya que “se afirmó en la autopsia oficial que tenía espasmo cadavérico en mano de derecha” lo que lleva a pensar en “un signo suicida” pero la jueza advirtió que “ese signo no existió” en el cuerpo de su ex marido.
Además, confirmó que “la pistola Bersa modelo 62 calibre 22 presenta signos de haber sido disparada y la pericia indica irrefutablemente que fue el arma usada en el hecho” y señaló: “La posición en que fue encontrado el cuerpo no fue la final. El cuerpo ha sido movido”.
También indicó que “las pericias de barrido microscópico dieron negativo”, lo cual significa que no se hallaron rastros de pólvora en las manos del fiscal, y detalló que la pericia toxicológica demostró la presencia de cafeína en cantidades no determinables, y alcohol de contenido gástrico compatible con una mínima ingesta alcohólica o la fermentación natural de alimentos ingeridos. “Los trascendidos de que estaba alcoholizado no son certeros”, aclaró.
En tanto, informó que “la data de muerte es de 36 horas, más menos cuatro horas, a partir del inicio de la autopsia” iniciada el lunes 19 a las 8 de la mañana, y que la trayectoria del disparo, efectuado "a no más allá de un centímetro", es “de derecha a izquierda de abajo hacia arriba y de atrás hacia adelante”.
La jueza aseguró que la muerte del fiscal “es un magnicidio” que “merece respuestas de parte de las instituciones de la República” y agregó: “Como familiar y como parte de la justicia anhelo que el informe forense que tanto trabajo dio sea el hito fundacional a partir del cual la investigación encuentre el cauce que hoy no tiene”.
El informe se basó en el análisis de las fotos y videos tanto de la autopsia como del lugar del hecho, así como también en los estudios complementarios llevados a cabo en la investigación.
Arroyo Salgado estaba acompañada por el perito forense Osvaldo Raffo, el perito Julio Ravioli, el Licenciado en Criminalística Daniel Salcedo y el abogado defensor Germán Carlevaro.
