El Monseñor Ojea realizó el tradicional lavado de pies en el Puerto de Frutos - MUNDO NORTE

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02/04/15

El Monseñor Ojea realizó el tradicional lavado de pies en el Puerto de Frutos

El Puerto de Frutos  fue el escenario donde se llevó a cabo la recreación del acto que tuvo Jesús con los doce apóstoles en la última cena. Cientos de vecinos de Tigre estuvieron presentes durante la ceremonia.

En una soleada tarde de jueves, los vecinos de Tigre se acercaron al Puerto de Frutos y fueron testigos del lavado de pies encabezado por el obispo de San Isidro, Monseñor Oscar Ojea. El evento consistió en emular el acto que tuvo Jesús con sus doce discípulos en la última cena.


Con muchísima alegría y en medio de un bello día de descanso, compartimos esta ceremonia con una gran cantidad de vecinos que se han acercado a este punto tan importante de Tigre. Hay una presencia humilde del jueves santo, donde se refleja la idea de servir a los demás y así poder encontrar la felicidad”, sostuvo Ojea.


El Monseñor se inclinó a lavar, enjuagar y besar los pies de varias personas (trabajadores del puerto y turistas), mientras ellos permanecieron sentados en las sillas colocadas sobre la vereda. Ojea se acercó uno por uno y otorgó la bendición. Posteriormente se realizó la representación del Vía Crucis sobre las calles.


El Puerto de Frutos, zona que adquirió mucho valor en los últimos años, es uno de los lugares más visitados en Tigre. Allí, miles de personas concurren para pasear, disfrutar del paisaje y comprar todo tipo de accesorios para el hogar.


Teresa, residente de Tigre, se mostró feliz por asistir y participar de la ceremonia e indicó: “Fue una experiencia muy fuerte. Me sentí en paz en ese momento, una libertad que vengo esperando hace mucho tiempo. Por eso agradezco que se haya hecho esta misa, las personas pueden acercarse y ser contenidas por el Monseñor”.


Por su parte, el popular lavado de pies no sólo se realizó en Argentina: El Papa Francisco practicó el ritual en una cárcel de Roma, Italia, donde los principales protagonistas fueron doce presos. “Lavar los pies significa decir ‘yo estoy a tu servicio’”, manifestó el sumo pontífice. 

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