La historia de Jhoanna Sosa, una mujer que gracias al trabajo de IADEPP, pudo obtener su documento y el de su hija. - MUNDO NORTE

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17/03/16

La historia de Jhoanna Sosa, una mujer que gracias al trabajo de IADEPP, pudo obtener su documento y el de su hija.

“Cuando me contacto con Jhoanna veo la singularidad del caso”, dice Axel Cantlon, representante de IADEPP en Campana: “Ella tenía una partida de nacimiento sin los nombres de los padres otorgada por el Juzgado de Menores de acá, del Departamento Judicial de Zárate-Campana.” Jhoana Sosa llegó a contactarse con el IADEPP (Instituto Abierto para el Desarrollo y Estudio de Políticas Públicas), mediante las Hermanas Pasionistas del barrio de San Cayetano, una congregación católica que trabaja en este barrio humilde de Campana, con una partida de nacimiento en la mano con sus datos pero sin conocer sus orígenes.
Por su parte, la hija de Jhoanna tampoco poseía documento ni partida de nacimiento, ya que la había tenido en su casa por su condición de indocumentada y no pudo ser internada, excluida de los sistemas de salud y los establecimientos públicos.
Para lograr una solución, Axel Cantlon se hace presente en el juzgado interviniente, solicita el desarchivo de la causa y solicita se oficie una solicitud al Registro Nacional de las Personas (RENAPER) para que Johana pueda obtener el DNI que nunca le fue otorgado.
Existe un procedimiento muy importante en este trámite: constatar que la persona es quien dice ser. La situación es delicada teniendo en cuenta los contextos: los mayores de 12 años tienen que pasar por un juicio de inscripción tardía acompañados de su padre o madre. En el caso de Jhoana esto fue imposible y al no haber sido inscripta al nacer, su caso tendría mayor detenimiento.
La jueza revisó el expediente para aclarar la situación y, posterior análisis de varios meses, pudo entregar a IADEPP el oficio dirigido al RENAPER para completar el trámite que lleve a Jhoana a lograr su DNI.
A su vez comenzó la inscripción fuera de término de su hija, Noelia. Pasaron los exámenes médicos de certificación en Hospitales Públicos que exige este tipo de trámites y la joven también sería documentada.
Así, el 4 de marzo, y luego de una larga jornada en el Registro Nacional donde fueron tomadas sus huellas dactilares para confirmar la identidad, Jhoana, junto con su hija, accedieron a su primer Documento Nacional de Identidad.
En la actualidad, y con un gran futuro por delante, Jhoana y Noelia pueden mostrar con orgullo su documento.
Luego de mucho padecer dejaron de ser invisibles para la sociedad.

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