Durante las próximas semanas muchos estaremos trabajando desde casa y, aunque parezca fácil, no siempre lo es. Debes ser capaz de construir un espacio que te permita no distraerte ni bajar tu productividad. Para lograrlo, te ofrecemos algunos tips que puedes tener en cuenta.
Comenzá por elegir el lugar correcto. Lo ideal es que tenga suficiente luz natural, con paredes de colores claros y lejos de posibles distracciones como televisores, teléfonos o mascotas que demanden nuestra atención.
¿Dónde armar tu escritorio? Ese es otro tema a tener en cuenta. Pensá en plantas, música tranquila y objetos inspiradores. Eso sí, dejá un espacio amplio para vos, tu computadora y agenda. Es importante que tu espacio de trabajo no se convierta en un lugar donde resolver tus temas pendientes personales como hacer pagos o llamadas. Otro factor ideal es que la temperatura ambiente oscile entre los 22º y los 25ºC.
Sé capaz de crear una rutina. Evitá trabajar en pijama y en la cocina. Lo mejor es empezar el día con un buen desayuno para luego ducharte y vestirte. Hacé pausas cada cierto tiempo y no intentes trabajar mientras preparás el almuerzo. Y, ¡define un horario y respétalo! Te sentirás mal si empezás a las 7 de la mañana y a las 10 de la noche aún estás conectado.
Si de aspectos importantes se trata, tené en cuenta temas como la señal de internet y tu computadora. Asegurate de tener una señal fuerte y constante que no detenga el trabajo y una computadora que potencie cada momento. Depende de tus necesidades, pero un equipo con una combinación con un potente procesador, gráficos y memoria hará que los gráficos se desempeñen mejor y la realización de varias tareas se lleva a cabo en forma más eficiente.
Por último, recordá que trabajar en casa no tiene por qué ser sinónimo de incomodidad. Es importante que logres un equilibrio entre cada aspecto. Por ello, es necesario equilibrar funcionalidad y diseño en el escritorio y la silla, los otros elementos principales en cualquier oficina. Buscá una silla que te ayude a mantener otra postura, con una altura que permita que tus piernas y espalda formen un ángulo recto.
¡Sumar todos estos elementos convertirán tu rinconcito en la mejor oficina posible!
