Por
Maximiliano Abad
Jefe
del bloque de Diputados de Juntos por el Cambio
Provincia
de Buenos Aires
En
1985, Bob Dylan, uno de los artistas más influyentes de la historia
de la música, dijo en una entrevista que un héroe es aquel que
comprende el grado de responsabilidad que viene con su libertad. El
mundo atraviesa una etapa en la cual el centro de la atención está
cada vez más puesto en pocos aspectos, que opacan a todo lo demás:
el movimiento de la pandemia, el número de contagios, los brotes y
rebrotes, la vacuna y, no menos relevante, la responsabilidades
individuales.
Las
fases o etapas de la cuarentena derivaron en la apelación a la
responsabilidad del ciudadano. El aislamiento indefinido no es
sostenible y la única alternativa es el respeto de las medidas de
prevención: usar tapabocas y mantener la distancia social, el lavado
de manos. La prioridad de hoy, que es cuidar la salud, está en manos
de la responsabilidad individual.
Pero,
en esa apelación al comportamiento ciudadano no eclipse a las
responsabilidades del Estado. No podemos dejar de lado la
responsabilidad del Gobierno, ni de las instituciones que deben
continuar fortaleciendo el sistema de salud, y sobre todo acompañar
a los sectores más afectados. Los trabajadores, las familias de
clase media, los comerciantes y todas nuestras pymes necesitan de un
gobierno presente que dé respuestas. Lo peor que puede pasar es que
se les suelte la mano en este momento tan difícil.
Esta
semana, se convirtió en ley la emergencia económica, productiva,
tarifaria y financiera para micro, pequeñas y medianas empresas de
la Provincia de Buenos Aires, que impulsamos desde Juntos por el
Cambio. Y lo hicimos porque creemos que es un paso importante para
dar mayor certidumbre al tiempo que viene. Durante 180 días, las
familias productivas de la Provincia podrán acceder a exenciones
impositivas, moratorias, tanto de Provincia como de Municipios,
capacitaciones contables y legales, entre otras iniciativas. Este
debe ser un ejemplo de cómo la responsabilidad individual y el
esfuerzo de cada uno se deben sumar para salir juntos de esta
situación.
El
Estado debe acompañar el esfuerzo individual porque, si no, no habrá
salida posible, y por eso debe estar a la altura: simplificando,
facilitando, explicando, desburocratizando, dejando de lado cualquier
demagogia y poniéndose del lado de quienes más lo necesitan. Hay
mucho héroes que saben que su libertad tiene hoy un grado altísimo
de responsabilidad, y exigen una dirigencia que demuestre lo mismo.