Un día como hoy hace 4 años, el 8 de diciembre de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 16 de mayo como Día Internacional de la Convivencia en Paz.
La Republica Argentina no está ajena a estas tendencias e inclusive hay sectores que buscan sembrar grietas en la sociedad que no solucionan ninguna de las complejas problemáticas que aquejan a nuestro país y solo agravan los problemas. Quienes fomentan el odio, la intolerancia y la violencia, tienen evidentemente la base de su pensamiento y accionar en ideas y concepciones claramente autoritarias.
Es claro que No puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible.
La paz no sólo es la ausencia de conflictos. Claramente para convivir en paz hay que realizar los esfuerzos por aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás, así como vivir de forma pacífica y unida. Es un proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos.
Claramente si se busca un futuro mejor para toda la sociedad, hay que buscar las raíces profundas de los problemas y abordarlos con seriedad, La búsqueda de la Paz se refiere a la promoción de una cultura de paz y no violencia que beneficie a toda la sociedad sobre todo a las generaciones futuras.
Como lo indica la UNESCO “puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz"
El contexto dela pandemia COVID-19 complejiza la situación y pone de relevancia las distintas problemáticas complejizándolas más, esta situación excepcional nos llama a fomentar la resiliencia y cómo transformar nuestro mundo en uno más igualitario, más justo, equitativo, inclusivo, sostenible y más saludable.
Lic. Javier Marcos Argolo.
