Para el Partido de San Isidro, el mes de mayo siempre fue sinónimo de celebración.
Las paradas de unos diez minutos fueron aprovechadas para rezar y dejar estampas y espigas que acompañaron al Santo en su camino.
María Ribolta (76), que se casó hace 56 años en la Catedral de San Isidro, agradeció que la imagen visite cada localidad. “Este año San Isidro vino a nosotros, y fue una caricia al alma en estos tiempos tan duros”, expresó con emoción en la puerta de la parroquia de Lourdes en Beccar.
Otra vecina que esperó ansiosamente a la figura del Santo fue Isabel De Andrade (56) en la parroquia de Santa Rita, Boulogne. “Hoy sentía la necesidad de venir, de ver la figura de San Isidro Labrador. Le agradezco a todos por darnos esta posibilidad. Nos vamos renovados con fe y esperanza”, comentó De Andrade al lado de su nieto.
Además de estas parroquias, el Santo pasó por Nuestra Señora de Fátima (Martínez); Santa Teresita del Niño Jesús (Martínez), San Andrés Avelino (Villa Adelina); Nuestra Señora de Luján (Villa Adelina); Santa María del Camino (Boulogne); y Nuestra Señora de la Cava (Beccar).
“Fue un San Isidro Labrador distinto, pero lo vivimos con mucha alegría. Este año pudimos tener una misa con los protocolos y cuidados, y también el recorrido del Santo por el distrito. Lo festejamos con mucha esperanza y con el deseo de que el año que viene podamos volver a celebrar en comunidad”, dijo el intendente Gustavo Posse, que compartió la misa con los vecinos.
La ceremonia religiosa, presidida por el Obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, se celebró al aire libre y fue transmitida en vivo desde la página web de la Catedral.
“Fue un hombre trabajador que amaba a los pobres, y que tenía un gran espíritu de oración”, recordó Ojea al mencionar a San Isidro Labrador.
Y destacó la celebración de la misa en su honor. “Fue recibido con alegría en las parroquias y nos dio mucha felicidad poder celebrar la Santa Misa. Le pedimos a la sabiduría de San Isidro, al ser conocedor de los ritmos de la tierra por su tarea de labrador que nos ayude a ser pacientes, a no perder el equilibrio emocional y a que no nos dejemos llevar por el enojo que produce la situación que estamos viviendo”, indicó Ojea.
Germán Funes que asistió con su esposa a la ceremonia religiosa, completó: “Esta fecha nos conmueve mucho a los sanisidrenses; nos trae muchos recuerdos de la infancia, la procesión, la kermesse, esa unión como comunidad. Me encanta decir que soy de pueblo porque siento que San Isidro es así por la calidez de su gente”.