Hoy 23 de marzo recordamos a Marcelo Torcuato de Alvear -por Javier Argolo- - MUNDO NORTE

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23/03/22

Hoy 23 de marzo recordamos a Marcelo Torcuato de Alvear -por Javier Argolo-

 Recordamos a un gran Político y destacado presidente.

Hoy al cumplirse 80 años del fallecimiento recordamos a Marcelo Torcuato de Alvear.

Fue presidente de la República Argentina entre 1922 y 1928. Un Hombre culto y muy inteligente, estudió derecho en Buenos Aires, graduándose en 1891, y completó sus estudios en Europa. Fue amigo de Hipólito Yrigoyen y, por afinidad de ideas, había estado ligado a él desde poco antes de la Revolución del Parque en 1890. Alvear tenía su propia personalidad, sus gustos y un carácter opuesto en muchos aspectos; uno era introvertido y el otro totalmente comunicativo, con una visión más amplia de los problemas y una mente más variada, con grandes inquietudes intelectuales y políticas.

Marcelo T. de Alvear participó en la Revolución del Parque y fue uno de los firmantes del manifiesto del 2 de junio de 1891, que fundó la Unión Cívica Radical.

Con la ley Sáenz Peña que estableció el voto secreto y obligatorio, Alvear fue elegido diputado por la capital en 1912; renovada la Cámara, fue electo por la provincia de Buenos Aires.

Diputado muy laborioso, presentó al Congreso varios proyectos, entre otros unas modificaciones sobre la organización del ejército y uno relativo a los empleados civiles del estado, que tendía a fundar los ascensos en el escalafón jerárquico por concurso y antecedentes. Participó en los debates sobre la construcción de las "casas baratas", sobre accidentes de trabajo, etcétera, e integró la delegación argentina a la asamblea de la Sociedad de Naciones que presidía el ministro de Relaciones Exteriores, Honorio Pueyrredón.

En la Presidencia de Alvear se sancionaron algunas leyes de previsión social (jubilaciones de bancarios y maestros), se reglamentó el trabajo de las mujeres y de los menores, se estableció el pago de los salarios en moneda nacional, etcétera. Se creó la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, a cuyo cargo fue puesto el ingeniero Enrique Mosconi. El coronel Agustín P. Justo, ministro de Guerra, renovó el antiguo material bélico y dispuso establecer la primera fábrica de aviones en Córdoba; se modernizó con nuevas unidades la flota de guerra y se instaló la base de submarinos en Mar del Plata.

Durante la presidencia de Alvear se instalaron las destilerías de petróleo de La Plata; además, se inició la construcción de los ministerios de Hacienda, Obras Públicas, Guerra y Marina y el edificio del Banco de la Nación, en plaza de mayo. Fue una época de intenso movimiento inmigratorio: sólo en 1924 llegaron 190.000 inmigrantes; desde 1924 hasta 1929 entraron al país cerca de dos millones de personas de todas las procedencias. El peso argentino, en mayo de 1927, llegó a cotizarse a la par y en algún momento superó al dólar americano. Esa prosperidad llevó a la apertura de la Caja de Conversión, cuyo decreto se firmó el 25 de agosto de 1927, lo cual permitió que la Argentina gozara de un crédito ilimitado, como lo afirmó la banca estadounidense Morgan. El establecimiento del patrón oro fue recibido con beneplácito por todos los sectores de la opinión pública.

En el aspecto artístico y cultural, la presidencia de Alvear fue muy positiva. Por iniciativa de su esposa Regina Paccini de Alvear se creó la Casa del Teatro, y en septiembre de 1928 se inauguró en el Teatro Cervantes la primera exposición nacional del libro que se conoció en Buenos Aires, entre muchas otras obras. También durante su gobierno visitaron el país personajes de gran relieve; Buenos Aires fue por aquellos años un centro de atracción internacional. Llegaron de visita y en misión cultural hombres de ciencia como Albert Einstein, personalidades políticas.

Su gestión fue orientada a la modernización del estado según los estándares europeos.

En 1928 fue derrotado en las elecciones, pero Alvear mantuvo su actividad política y su condición de principal dirigente del radicalismo hasta su muerte.


Lic. Javier Argolo.


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