Llega a la cartelera porteña una comedia para reír de principio a fin, para interpelarnos como sociedad y para tener anclajes con nuestro propio ser, una mirada ácida y mordaz de la vida misma.
Una pareja invita a sus nuevos vecinos para conocerse, pero la cena se vuelve una verdadera pesadilla. Esta comedia muestra con ironía la falsedad de las relaciones sociales e incluso matrimoniales, que solo pueden alcanzar una forma de paz hipócrita por medio del secreto y de la mentira. Como en una partida de Strip Poker, se trata de no desvelarse demasiado, para no quedarse al desnudo. A menos que la verdad, al final, provoque una gigantesca explosión... de risa.
Pedro, un escritor y María, una profesora de solfeo son una pareja que lleva 10 años de casados. María decide invitar a cenar a los nuevos vecinos, Pedro aunque en contra de la idea porque quiere ver el show de la TV Strip Poker acepta.
Los vecinos resultan ser todo lo que Pedro y María detestan, haciendo de este evento social una pesadilla para ambas parejas. Se intentan deshacer de los invitados sin éxito alguno, sin embargo, se enteran de que la vecina Rosa será encargada de despedir personal en el trabajo de Pedro, por lo que deben hacer lo posible para que esto no suceda.
Inspirado en el reality de la TV Strip Poker Pedro propone un juego de Poker con unas reglas extra, el que pierde debe confesar algo o quitarse una prenda. En el juego de póker salen a la luz varias verdades inesperadas, como la infidelidad de María, el pasado de Pedro con Rosa y una falta muy grave cometida por Rosa en su trabajo lo que parece ser suficiente para la tranquilidad de Pedro.
Finalmente, cuando piensan que se liberaron de los vecinos y de la amenaza de perder su trabajo deciden hacer un striptease, pero justo cuando Pedro está prendiéndose un habano explota toda la casa, obra de Rosa que deja abierto el gas.
Ficha Técnica:
