¿Qué tan alentador es el aumento en el empleo? informe de IDESA

 Para el último trimestre del año 2021, una de cada dos personas en condiciones de trabajar lo hacía bajo condiciones de baja calidad, es decir en puestos de trabajo informales.

La semana pasada el Indec ha publicado los principales indicadores de mercado laboral para el segundo trimestre 2022 y las altas tasas de informalidad siguen siendo  un gran problema que es necesario debatir.

Cuando hablamos de puestos laborales informales nos referimos a todas aquellas personas que están en edad de trabajar, que tienen un trabajo, pero el mismo no está protegido ni regulado por un marco legal, lo cual genera que en la mayoría de los puestos las jornadas de trabajo sean largas, los salarios bajos, no tengan acceso a obra social ni seguridad social, ni tienen vacaciones o licencias pagas.

Si bien en todos los sectores económicos podemos encontrar trabajadores informales, son mayoría en los rubros de construcción, o en el servicio doméstico. También es común encontrar negocios de barrio o pymes cuyos altos costos de formalizar no le permiten contratar en blanco.

Para el segundo trimestre de este año, se observa que la tasa de desocupación no muestra variaciones comparando con el año 2021, siendo de un 7%, mientras que los ocupados en los grandes aglomerados urbanos crecieron en 1 millón.

¿Qué tipo de puestos de trabajo hay detrás de ese aumento?

El 85% son puestos de trabajo asalariados no registrados y el 15% restante con cuentapropistas. Es decir, todos informales.

Para disminuir la informalidad, se necesita un Estado que genere contexto económico favorable, seguridad jurídica, ordenamiento tributario, mejor calidad educativa e instituciones laborales que no desalienten las contrataciones.

También es necesario que las personas estén preparadas para trabajar en una economía moderna y empresas con incentivos, para generar puestos de trabajos asalariados “en blanco”.

La importancia de que disminuya las tasas de informalidad o haya menos trabajadores en estas condiciones radica en que el empleo es la principal fuente de ingresos de las familias y si estos ingresos son bajos o no son competitivos es muy probable que en la sociedad haya mayor cantidad de personas estén bajo la línea de la pobreza.

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