Por Román Reynoso para Mundo
Norte
La aprobación del
endeudamiento solicitado por Axel Kicillof no solo expuso la necesidad de
financiamiento de la provincia, sino que destapó la "letra chica" del
acuerdo político tejido en la Legislatura. Para alcanzar los dos tercios
necesarios, el oficialismo debió ceder espacios de poder real, concretamente en
el directorio del Banco Provincia, cuya carta orgánica fue modificada para
ampliar el número de sillas.
El nuevo mapa de poder en el
Banco Provincia
La ampliación del directorio,
que pasa de ocho directores a nueve vocales (más la creación de un consejo de
directores asociados), permitió contener a las distintas tribus del peronismo y
a los bloques opositores que dieron quórum. La lista completa de los designados
refleja este equilibrio de fuerzas:
Por el oficialismo, Kicillof
aseguró el control con hombres de su riñón agrupados en el "Movimiento
Derecho al Futuro": Julio Pereyra, Carlos Orsingher, Alejandro Formento
y el histórico Carlos “Cuto” Moreno. La Cámpora mantuvo su cuota con Rodra
Rodríguez y Laura González, mientras que el Frente Renovador
(massismo) ubicó a los intendentes Javier Bordoni (Tornquist) y Javier
Osuna (General Las Heras). El sector de los intendentes peronistas estará
representado por la saliente senadora Gabriela De María.
La oposición, clave para el
número final, cobró su apoyo con lugares estratégicos: el PRO designó a Matías
Ranzini; los libertarios "dialoguistas" lograron sentar a Fernando
Rozas; y la UCR Cambio Federal completó la nómina con Fernando Pérez
y Marcelo Daletto.
Las "estratégicas"
ausencias
Sin embargo, la matemática
legislativa no solo se nutrió de presencias, sino también de sugestivos
faltazos. Al momento de la votación, había 88 diputados presentes de un total
de 92. Esas cuatro sillas vacías fueron determinantes para bajar el número necesario
para los dos tercios y facilitar el triunfo del oficialismo.
Los nombres que brillaron por
su ausencia y generaron suspicacias en los pasillos de la Legislatura fueron: Ramón
Vera, del bloque de La Libertad Avanza (LLA); Ricardo Lissalde, de
las propias filas de Unión por la Patria; Anahí Bilbao, de la UCR Cambio
Federal; y María Laura Richini, del PRO, quien responde políticamente al
intendente de Junín, Pablo Petrecca. Estas inasistencias funcionaron, en la
práctica, como un guiño funcional a las necesidades de la Gobernación.
Kicillof ya tiene su ley y el
Banco Provincia, sus nuevos directores. Queda ahora la gestión de una deuda
millonaria bajo la lupa de una comisión bicameral de seguimiento, otra de las
concesiones que el Gobernador debió otorgar para cerrar un diciembre políticamente
complejo.
Portal de Noticias MundoNorte Instagram: @mundonorte

