CRISTINA AL BORDE DE UN
ATAQUE DE NERVIOS
Todo se cocinó este viernes
en el cuarto piso del Palacio de Justicia. Allí, cuatro integrantes de la Corte
Suprema acordaron que finalmente el martes que viene fallarán a favor de los
intereses del grupo Clarín —y consecuentemente en contra del Gobierno— en dos
expedientes picantes. Los que se reunieron en el mayor de los secretismos
fueron Ricardo Lorenzetti, Juan Maqueda, Elena Highton de Nolasco y Enrique
Petracchi.
Con tanta puntillosidad como
mutismo, todos ellos cocinaron lo que serán dos sentencias que harán explotar
de furia a Cristina Kirchner. Falta un paso importante, es cierto: la discusión
con los miembros de la Corte que no estuvieron presentes, Carlos Fayt, Carmen
Argibay y el cada vez más kirchnerista Raúl Zaffaroni. No obstante ello, la
decisión ya fue tomada: son mayoría.
Uno de los tópicos es el
pedido gubernamental de “per saltum”, cuyo argumento de refutación será bien
sencillo: el máximo tribunal se excusaría en el hecho de que no hubo un fallo
de primera instancia sino de segunda. El espíritu de esa polémica herramienta
es justamente el hecho de saltear la instancia de la Cámara de Apelaciones que
ya intervino en este caso puntual.
“El otro planteo fue
realizado por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual
(Afsca) y cuestiona la intervención de la Cámara en la recusación masiva de
jueces de ese fuero”, según revela Clarín. También allí la Corte Suprema fallará
en contra de los intereses del kirchnerismo.
Según pudo saber Tribuna de
Periodistas por parte de fuentes tribunalicias —las mismas que permitieron
anticipar ayer viernes lo que pasará el próximo martes— el documento que se
conoció esta semana por parte de agrupaciones que aglutinan a jueces de todo el
país, fue impulsado por los mismos miembros de la Corte Suprema que se
reunieron en secreto.
Ese comunicado —de una
gravedad pocas veces vista— refleja la presión con la que trabajan los
magistrados en estos días. ¿Hace falta algo más claro que la conjunción
documentada de jueces de toda la Argentina para entender el avasallamiento que
el poder Ejecutivo hace sobre independientes instituciones?
En fin, el kirchnerismo sabe
que el fallo que viene será adverso y prepara una elocuente carta para tratar
de torcerlo: el discurso que mañana dará Cristina para cerrar lo que iba a ser
el festejo por el 7D. Ahora solo será la celebración de los cinco años de su
gobierno y el día del retorno de la democracia.
Allí, la Presidenta hablará
de un supuesto “golpe institucional” que estaría llevando adelante la corporación
judicial. Ello se verá reforzado por columnas varias a través de diarios
oficialistas como Tiempo Argentino y Página/12. Todos al unísono acusarán a
Ricardo Lorenzetti de querer “voltear” a Cristina para aparecer como
presidenciable de cara a 2015. ¿Pueden los medios K ser tan imbéciles? Por lo
visto, sí.
Para completar el combo, el
ultra oficialista senador Marcelo Fuentes anticipó hace pocas horas a Radio El
Mundo que el kirchnerismo evalúa abrir un “jury de enjuiciamiento” contra los
integrantes de la Cámara Civil y Comercial Francisco de las Carreras y María
Susana Najurieta. Son los que esta semana fallaron a favor de Clarín y en
contra del Gobierno.
Para no dejar dudas al
respecto, el propio Fuentes admitió que estaba presionando a la Justicia.
"Si denuncio irregularidades de un poder y como consecuencia de mi
denuncia ese poder corrige las irregularidades, si eso es presión, bienvenida
la presión", admitió sin ponerse colorado. ¿No es clara la violación al
artículo 109 de la Constitución Nacional por parte del funcionario? ¿No hay
acaso algún fiscal o juez que “de oficio” se anime a poner en su lugar al
lenguaraz senador?
Si las palabras de Fuentes
sorprenden por la elocuencia de la sinceridad, más debería asombrar el hecho de
que reflejan el pensamiento vivo de Cristina Kirchner. ¿Por qué, sino, no hay
condena oficial a la verborragia del legislador?
En verdad, todo indica que
detrás de las palabras del senador se encuentra la mismísima Presidenta. Si así
no fuera, la coincidencia entre los discursos de uno y otro aparece
sorprendente y supera todas las leyes de probabilidad.
En realidad, es una anécdota
si alguien le da letra a Fuentes o no; es el árbol dentro del frondoso bosque
del avasallamiento al republicanismo por parte del kirchnerismo. Esto último es
lo que no hay que dejar de ver, siquiera por un instante.
La cooptación al Consejo de
la Magistratura, la presión y a los jueces independiente, los sobresueldos a
los magistrados alineados, las amenazas del auditor Javier Fernández, los “carpetazos”
y el espionaje generalizado, el avasallamiento de organismos como la AGN, la
FIA y la Sigen, etc. Todo ello está a punto de ser desterrado de un plumazo por
la Corte Suprema de la Nación esta semana.
Cristina lo sabe y teme,
porque significa que se acaba la impunidad judicial que permitía avanzar en
oscuros desaguisados a sus funcionarios más
cercanos y a ella misma. Clarín es solo una excusa, lo que verdaderamente
está en juego en estas horas aparecerá refrendado en los fundamentos que se
conocerá en los próximos días. No es poco.
Nota de Christian Sanz