CARTA ABIERTA A LEOPOLDO MOREAU - MUNDO NORTE

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15/01/13

CARTA ABIERTA A LEOPOLDO MOREAU


Querido Leopoldo:

Con el aprecio de una vida de militancia compartida voy a hacer algunas reflexiones con relación a tu documento LA ALTERNATIVA QUE HACE FALTA de acuerdo con la invitación a compartir el análisis que hacés en el mismo.
Necesito informar algunas cosas a quienes puedan no conocerlas, antes de entrar al análisis de tu documento con el que tengo importantes diferencias. 



Te vi por primera vez cuando hacía el ingreso a la Facultad de Derecho en una asamblea en el Aula Magna. No habías terminado el secundario y eras el mejor orador del movimiento universitario. Los sábados nos dabas lecciones de historia y política a los militantes más jóvenes. La primera vez que fui a un programa de radio a representar a la juventud radical fue por que vos me pediste que te reemplazara. La primera que hablé en un acto partidario fue en Pozo del Molle, Córdoba, viaje con un billete de avión que decía Leopoldo Moreau. Vos propusiste que me designaran secretario de la FUA, la primera posición de importancia en mi vida política. Podría mencionar veinte cosas más pero con esto basta para que se entienda que mis diferencias las fundo en el aprecio, el reconocimiento, la gratitud y el respeto.



No comparto tu enfoque en el documento LA ALTERNATIVA QUE HACE FALTA y voy a explicar por qué.



Decís que el radicalismo se hizo grande cuando salió de la “baldosa partidaria” y fue al encuentro de las mayorías populares, pero en todo tu documento se percibe que este encuentro sería acompañando, señalando errores y proponiendo correcciones al proyecto nacional y popular que hoy encarnaría el Kirchnerismo. Estoy absolutamente convencido (persuadido hubiera dicho nuestro querido y admirado Raúl Alfonsín) que el radicalismo se hizo grande cuando se animó a diferenciarse del peronismo y a convocar a los peronistas a acompañarlo. Alfonsín le disputó al peronismo su condición de mayoría popular, convocó a los argentinos a revalorizar la democracia y a poner en un plano de igualdad las nociones de Justicia y Libertad. Y lo siguió la mayoría del pueblo. Radicales, peronistas, socialistas, independientes, sectores moderados y hasta conservadores acudieron a ese llamado e hicieron grande al radicalismo porque este se hizo abierto y moderno y convocó a lo más dinámico de nuestra sociedad. En definitiva el radicalismo se hizo grande cuando se animó a disputar y a superar al peronismo, no a acompañarlo para corregirlo.
El radicalismo se hizo grande cuando entendió las necesidades de los argentinos, dejó de hablar de sí mismo y marcó un camino para la esperanza, para el progreso y para el desarrollo.
Es cierto que en esto años hubo avances y que deben ser reconocidos. A los que vos mencionás me permito agregar la reconstrucción del poder presidencial que con firmeza recuperó Nestor Kirchner y la ampliación del poder de la política frente a un stablishment que había fracasado en toda la línea. Por primera vez después de años de retroceso y empobrecimiento, los más necesitados vieron que la política podía cambiar las cosas y que un aumento del salario mínimo no hacía quebrar a las empresas, sino por el contrario fortalecía la economía del país.
Estas acciones tuvieron nuestro acompañamiento y nuestro reconocimiento.



No comparto tu referencia a lo que considerás como más importante: el aumento de la autonomía del estado respecto a la influencia de las corporaciones.
Creo por el contrario que la mayoría de las corporaciones no han sido tocadas y cuando se las ha afectado se las ha sustituido por grupos económicos amigos del poder. En algunos casos los mismos de todas las épocas y en otros los originados en la plutocracia santacruceña. Casinos, obra pública, medios de comunicación privados cooptados por el uso ilegal de la publicidad oficial, la concesión de áreas petroleras a empresarios complacientes que han frenado los procesos de inversión de bienes públicos, no puede ser señalado como algo virtuoso y mucho menos como compatible con nuestra manera de pensar. Que no hayas hecho ninguna referencia al capitalismo de amigos que consume rentas y no invierte, profundiza mis diferencias con tu posición. 
El caso paradigmatico fue YPF donde se acordó que las utilidades financiaran la apropiación de la empresa por los amigos del matrimonio Kirchner en desmedro de la exploración. Ese “pequeño negocio” que empobreció a la Argentina y nos cuesta U$S10.000 millones por año en importación de hidrocarburos, enriqueció a los amigos del gobierno. No es de radical dejarlo pasar.



El estado ha sido desbastado. El INDEC dejó de ser el instrumento indispensable para monitorear la realidad, las agencias públicas destinadas a la vivienda social y al transporte público entre otras han sido enajenadas a favor de organizaciones y empresas amigas del gobierno que exhiben un pésimo nivel de prestación en el momento de mayores recursos públicos de la historia argentina contemporánea.
Se ha agrandado el gasto clientelar del gobierno y se ha achicado la capacidad de acción del Estado, concentrando los recursos en el poder central, desfinanciando a las provincias y los municipios. Esto no es expandir la democracia sino todo lo contrario.



Me preocupa tu argumento en el sentido de que el fracaso del gobierno traerá como consecuencia una restauración de la derecha.
Ese argumento es una falacia impropia de un cuadro de tu formación. Que sea la línea argumentativa de Carta Abierta se entiende, permitime que en nombre de las luchas que dimos por el cambio tanto en el radicalismo como en la sociedad te invite a revisar un argumento tan conservador y conformista. La inflación y la inseguridad son el mayor desafío de la sociedad Argentina para sentar las bases de un camino de progreso y desarollo.
No basta con su reconocimiento para que vengan las inversiones que tanto como yo, deseas.
Reglas claras, respeto a los derechos legalmente adquiridos, previsibilidad… lo que Néstor Kirchner sostenía al proponer un país normal, también son necesarios para que la Argentina atraiga las inversiones tanto locales como internacionales que se requieren para su desarrollo.



La falta de crédito en un momento en que las tasas de interés son las más bajas en décadas beneficia a los que poseen capital propio y deja fuera de las posibilidades de desarrollo a los pequeños y medianos productores que no pueden acceder al capital de trabajo indispensable para sus emprendimientos.
No buscar endeudamiento cuando la tasa es baja y el dinero sobra, no es progresista, es conservador y sobre todo, zonzo.
El capitalismo es un sistema que requiere de un estado fuerte e inteligente que pueda ordenar y regular la propensión a la desigualdad que genera un mercado sin reglas. Un estado bobo y al servicio de los amigos del poder es el mejor aliado de la concentración de la riqueza y la ineficiencia de la economía.



Coincido plenamente con tu mirada y planteo sobre la educación.



Si debo manifestar una fuerte diferencia con tu observación a la política de transporte cuando afirmás que el gobierno no atendió una política integral de transporte, tanto de pasajeros como de carga, con el impacto que esto tiene en la calidad de vida de la gente como en los costos de producción.
Es muy liviano lo que decís, Leopoldo, para la magnitud del drama que sufren millones de argentinos todos los días de su vida. Es a todas luces evidente al menos para mí, que en este caso se da lo más perverso de la gestión del gobierno. Millonarios subsidios han ido a las arcas de empresas concesionarias que han incumplido las inversiones a que estaban obligadas contractualmente. Los funcionarios responsables del área están siendo juzgado por enriquecimiento ilícito e incumplimiento de sus deberes y el saldo más penoso e indignante son los muertos en el desastre de once y los equivalentes a una guerra de las Malvinas por año que mueren en las rutas supertransitadas y desinvertidas de todo el territorio nacional.



Reclamás cambios estructurales que no han sido capaces de hacer en los mejores años de la historia. A nosotros nos tocó gobernar en lo que el mundo denominó la década perdida. Este gobierno está desperdiciando la mejor década en 150 años. ¿Qué te hace pensar, qué ves que te abrá la esperanza que esos cambios estructurales van a venir de la mano de quienes desperdiciaron esos años y hoy nos gobiernan?



Comparto tu preocupación en el sentido de que el radicalismo no se tiene que sumar a la crítica gorila al gobierno. No puedo sin embargo compartir tu propuesta de relación con la gestión de Cristina Kirchner.



No coincido tampoco con tu caracterización de los sectores más dinámicos de la sociedad.
Creo por el contrario que este gobierno con su populismo radicalizado esta ahogando a los sectores más dinámicos y en vez de estimularlos y utilizar el poder del estado para integrarlos a la sociedad, está creando distintas argentinas sin relación entre si. En lo político, en lo económico y en lo social: una Argentina pobre, asistida con cada vez menos recursos para su subsistencia y dependiente de la discrecionalidad del gasto público que se convierte en la principal base de sustentación electoral del gobierno; una Argentina del sector medio al que se atiende mediante subsidios cada día más difícilmente financiables, y una argentina productiva y dinámica, con vocación por integrarse a un mundo cambiante al que ve como una oportunidad y no como una amenaza al que el gobierno desalienta y obstaculiza permanentemente.
En los centros productivos más pujantes de la Argentina la demanda de cambio de rumbo es cada vez más fuerte. La Argentina no tiene que aislarse ni marginar a los sectores más postergados y excluidos que subsisten sobre la base de la asistencia del estado.
Si la nación no integra a sus diferentes sectores en un mismo proyecto de desarrollo, crecimiento e inclusión, si se persiste en un modelo que asiste sin integrar, nos anularemos los unos a los otros



Hay una fuerza que si cambia, si se moderniza y se nutre de lo más dinámico de la sociedad, va convocar y liderar una alianza programática de sectores políticos populares, progresistas y republicanos que se pueda ser la ALTENATIVA QUE HACE FALTA.



Esa fuerza es el radicalismo. Ya ha comenzado ese camino, en eso estoy trabajando, y esa tarea me lleva a comentar tus reflexiones.



Procuro ser diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, porque estoy seguro que si esta ciudad puede generar una opción superadora de la impronta populista y retardataria del kirchnerimo y del populismo conservador de Macri, podrá hacer una aporte fundamental en el 2013 para que en el país, en el 2015 triunfe la corriente de cambio que se necesita.



Te saludo con el aprecio de siempre
Facundo Suárez Lastra


La respuesta de Leopoldo Moreau aquí

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