A los golpes, con insultos y gritos; en un día que debería de
haber sido la fiesta de la democracia. Así fue el clima hostil en el recinto
del Concejo Deliberante de Merlo.
El peor trato fue el que sufrieron los concejales de Sergio
Massa insultados desde su ingreso al lugar.
Para este cronista y cualquiera que hubiera estado allí se
advertía que todo estaba preparado para que no sea un festejo.
Desde primeras horas del día las vallas circundaban el
Concejo Deliberante sólo para permitir el ingreso de facciones de militancia
Othacehista y como es costumbre en esa fuerza se veían apostados por todos
lados personas que no eran militantes y hacían de “seguridad” pero para los
propios, en cambio grupo de tareas para terceros.
A un viejo y conocido militante peronista de Merlo, Miguel
Aristoy (70 años) a pesar de estar invitado le denegaron la entrada y lo
golpearon ante policías que no intervinieron para evitarlo.
El desarrollo de la sesión de jura tuvo poco o nada de
institucional, los gritos tapaban a los micrófonos sobre todo al momento de la
jura del líder opositor Gustavo Menéndez (Fte. Renovador) quien luego de jurar
y saludar con un apretón de manos al presidente del cuerpo intentó hacer lo
mismo extendiendo la mano hacia el intendente municipal obteniendo como
respuesta el desprecio del saludo, generando una violenta respuesta de la barra
Othacehísta.
Otro tanto le sucedió
a los concejales Roxana Monzón, Mauricio Canosa, Marcelo Troncoso y Miguel A.
Gianfrancesco y fue silbatina, cánticos
desafiantes a favor del Intendente, escupitajos, arrojo de objetos, como en un
campo de guerra.
Lo que más sorprendió es que las autoridades del HCD nada
hicieron para sobrellevar el orden. El discurso del intendente Othacehé no
ayudó a tranquilizar y culminó con la marcha peronista puesta a todo volumen
como un desafio al “otro peronismo”.
Entre amenazas e improperios los concejales y asistentes del
FR se retiraron a una oficina donde permanecieron ocultos a la espera de poder
salir evitando agresiones.
Pero al irse los dos
primeros del edificio el concejal Miguel Gianfrancesco y la Consejera Escolar
Rosa Angélica Lescano les pegaron, sobre todo al concejal con puños y patadas,
todo esto ante la absoluta pasividad de la policía apostada en el lugar.
Tuvieron que ser asistidos a una cuadra del edificio por médicos del Hospital
Eva Perón dentro de una ambulancia.
Menéndez exigió al jefe distrital de Policía Adrián Silvestre
seguridad para poder dejar el edificio. Pedido que habían realizado la noche
anterior por escrito ante todas las jefaturas policiales de la zona.
Así salieron custodiados a visitar a los heridos que se
encuentran fuera de peligro.
Todo esto en la misma semana en la que metieron preso por
orden del Juez de paz a un militante Massista (Jorge Lahitte) por denunciar en
una nota que le realizó el diario Perfil sobre una represión salvaje con balas
de goma a vecinos que protestaban por falta de luz luego del último temoral. Lo
encarcelaron sin motivos reales y lo liberó la intervención de la Justicia
Penal de Morón.
Hechos que se repiten en el mismo lugar y justo hoy a 30
años. La que sale lesionada otra vez en Merlo, otra vez bajo el mando de
Raúl “vasco” Othacehé es la democracia,
en un día que debería ser de fiesta, pero también un mandato de respeto a las
instituciones que años atrás costaron tanta sangre inocente.
Según Menéndez “Los treinta años de democracia no se hicieron
sentir en este importante y olvidado distrito de la Argentina”…