Con las medidas de fuerza anunciadas por los profesionales de la Salud y los trabajadores bonaerenses enrolados en ATE, el Frente Gremial Docente insiste para que los convoquen y así no reeditar el conflicto que golpeó al sistema educativo en 2013. La situación de todos los gremios complica el diálogo, mientras que la gestión de Daniel Scioli espera que la Nación cierre sus acuerdos.
La presión de los gremios docentes, estatales y el de los médicos acrecienta.
“No hubo ningún gesto de la provincia de Buenos Aires. La negociación paritaria de este año está en foja cero”. Lo que le dijo la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, a este medio, refleja la situación de los gremios con el Estado provincial, que espera el cierre de la negociación nacional y, de alguna forma, dilata su reunión con los sindicatos.
Las palabras de la representante de los docentes se encuadran en la falta de comunicación oficial entre la gestión sciolista y el Frente Gremial, que presiona con el objetivo de que se inicie “lo antes posible” el diálogo para determinar el poder adquisitivo de los trabajadores de la Educación.
A pesar de que se instaló un posible encuentro, saben que hasta que la Nación no cierre la discusión y que se siente el piso, o en algunos casos el techo salarial, no podrán verle las caras a los funcionarios con los que se cruzan en la previa de cada ciclo lectivo. “Existe una incertidumbre total, preocupante, esperamos que comiencen a llamarnos porque estamos en una situación muy compleja”, insiste la máxima dirigente de la FEB.
Pero el problema que genera para los encargados de manejar las aulas es la “dilatación” del entrecruce, al que se lo caratula como sustancial para que no se reedite un conflicto como el del año pasado. “Es histórico nuestro reclamo para que se inicien las negociaciones con anticipación. Habría que preguntarles a los responsables qué decisión política tienen”.
La presión generada desde el sector docente se reproduce en los estatales y médicos. Con paros anunciados desde hace días, o en una continuidad de medidas de fuerza, cada uno de las agrupaciones regula la demanda ante la administración de calle 6, que mantiene un fuerte hermetismo.
Cuando la Asociación de los Trabajadores del Estado (ATE), que dirige Oscar de Isasi, y la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), deViviana García, delinearon medidas sin pasar por las oficinas del Ministerio de Trabajo, situación que promete generar condicionamientos para cuando suenen los teléfonos de los gremios, se reflejó el panorama para lo que viene. Desde FEGEPPBA, representado por Fotios Cunturis, plantearon que un piso debe ser cómo mínimo de un 25 por ciento. Este medio intentó comunicarse con el histórico dirigente, que sólo habló en el diario El Día.
El silencio que genera reacciones
“No tuvimos ningún llamado. Estamos más que molestos porque nos habían asegurado el encuentro para estos días”, reconoció María Laura Torre, secretaria gremial de SUTEBA, coincidió con Petrocini porque el tardío comienzo de las comisiones técnicas rememora lo acontecido los días de junio, cuando peligraba semanalmente el normal funcionamiento del ciclo lectivo.
“Queremos discutir una equiparación, mirando las provincias que nos rodean. Buscamos un aumento al básico y una serie de condiciones que estamos capacitados para discutir con la provincia. Cuanto más se extienda, más irresponsabilidad de la gestión se puede observar”, plantea Torre.
Lo que la dirigente cercana a Roberto Baradel habla, es el cambio en políticas vitales para el normal funcionamiento del sistema. En el 2013, según recuerdan en cada aparición pública los integrantes del Frente Gremial Docente Bonaerense (FGDB), existió un congelamiento de la planta y un retraso importante en sectores secundarios como iniciales.
“Vamos a exigir un incremento al básico, como lo plantea el Frente Gremial”, afirma la referente de SUTEBA, que remarca la necesidad de que la convocatoria se produzca de inmediato.
