Moreau:“Los que saben que no pueden tumbar a las democracias, quieren hacerlas fracasar” - MUNDO NORTE

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04/02/14

Moreau:“Los que saben que no pueden tumbar a las democracias, quieren hacerlas fracasar”

El dirigente radical responde a las críticas tras haber viajado a Cuba con Cristina para la reunión de la Celac. Dice que la UCR “no va a formar parte de ninguna maniobra destituyente” y que debe hacer lo posible para “evitar otra derrota cultural”. Anticipó que lanzará un movimiento nacional alfonsinista.

La comitiva oficial que Cristina Fernández de Kirchner llevó a Cuba no incluyó únicamente a hombres del kirchnerismo. Entre el canciller Héctor Timerman, el gobernador Sergio Urribarri, el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez y el vocero Alfredo Scoccimarro, también se movió uno de los referentes históricos del radicalismo: Leopoldo Moreau. Ex compañero de la Presidenta en el Senado, Moreau -que también estuvo presente en la Casa Rosada junto a Ricardo Alfonsín y los jóvenes radicales el día de la celebración por los 30 años de democracia- aceptó la invitación para viajar a La Habana y volvió a despertar las críticas de algunos dirigentes de su partido que dicen que está demasiado cerca del kirchnerismo.
“No tuve críticas de ningún dirigente importante del partido. Los demás que digan lo que quieran. Yo le informé al presidente del Comité Nacional que el viaje era de carácter estrictamente personal, por una invitación de la Presidenta. Y a los presidentes de la democracia, para ir a un organismo internacional no se les dice que no”, dice el ex legislador por la UCR.
-¿Hubo gente de su partido que se sintió molesta por su viaje?
-Unasur, Mercosur y Celac son políticas de Estado y están por encima de los partidos. El radicalismo tiene que pensar eso. Fue nuestro partido el que, con los gobiernos de Arturo Illia, Hipólito Yrigoyen y Raúl Afonsín, promovió la integración latinoamericana. Alfonsín fue el primer presidente latinoamericano que visitó Cuba desde la expulsión de la OEA, en 1986. En 1984 promovió en Quito la primera reunión de la Celac, aunque en ese momento las siglas se referían a la Conferencia Económica de países de Latinoamérica y el Caribe. Esta es la primera vez en la historia que se reúnen 33 presidentes y primeros ministros de América Latina y el Caribe, es muy importante para Argentina, sobre todo por las dos resoluciones que salieron referentes a nuestro país, sobre Malvinas y sobre los fondos buitres. No podemos dejar de ver eso.
-¿Por qué lo invitó la Presidenta?
-La invitación surgió a partir de antecedentes históricos. En 1986 yo viajé a Cuba por pedido de Alfonsín a entrevistarme con Fidel Castro antes de que el Presidente viajara. Con la Presidenta hemos compartido banca en el Senado y yo he sido presidente de la Comisión Mercosur. El otro legislador (en mi caso soy ex) que estaba invitado era Jorge Obeid, que lamentablemente ese día fue internado y luego falleció. Los dos fuimos invitados por nuestros vínculos con Cuba.
-¿Usted está demasiado cerca del kirchnerismo?
-Yo soy radical y alfonsinista.
-Y ve similitudes entre este Gobierno y el de Alfonsín.
-Yo creo que este Gobierno, como el de Alfonsín, ha hecho cosas elogiables y criticables. No tengo reparos en señalar que hay errores. Pero yo hago política desde la construcción, y no desde la oposición. Pero no me voy a poner del lado del victimario.
-Dice que el victimario del gobierno de Alfonsín y el de este Gobierno es el mismo.
-Hay circunstancias en las que se cruzan. Ante todo el radicalismo tiene que pensar que es un partido de gobierno. Tenemos que actuar con sentido patriótico y responsabilidad.
-En ese sentido, ¿cómo ve la conducción de Ernesto Sanz y del partido frente a la crisis actual?
-La UCR estuvo durante mucho tiempo desorientada. Desde el gobierno de la Alianza en adelante. Pero creo que el mensaje del otro día en Bragado fue responsable, al decir que la UCR no se va a prender en ninguna maniobra destituyente ni que pida adelanto de elecciones. Es importante decirlo, justamente nosotros fuimos víctimas de eso, con el golpe económico a Alfonsín.
-¿Usted cree que hay quienes promueven eso?
-No tengo dudas de que, si en Argentina hay inflación, hay quienes quieren hiperinflación. Si hay problemas de precios, quieren desabastecimiento. Como hoy ya saben que no pueden tumbar democracias, quieren hacerlas fracasar. Pero la UCR de ninguna manera va a formar parte de eso.
-¿Y quiénes lo promueven?
-Miré, en 1989 también las cerealeras se sentaron sobre los dólares y no liquidaron exportaciones. También recuerdo cuando Domingo Cavallo fue a hablar al FMI para que no nos llegaran los créditos, que ya estaban otorgados, y no pudimos aumentar las reservas.
-¿Y ahora?
-Los que se sintieron tocados con la estatización de las AFJP, los que creen que los recursos del Estado deben ser para financiar la fiesta  no para la inclusión, los sectores bancarios que se pierden las comisiones. Son sectores que están provocando esta situación, más allá de los errores. Pero yo sé que el radicalismo preferiría que no se genere un escenario de caos.
-¿Los demás partidos?
-Por los demás no pongo las manos en el fuego.
-¿Con la Presidenta pudo hablar de esta situación durante el viaje?
-Con la Presidenta no hablé de estos temas, sino de la Celac, estuve trabajando en las comisiones y me invitó a la reunión bilateral reservada que tuvo con José Mujica. Por suerte fue muy positiva.
-¿La UCR tiene que hacer acuerdos para 2015?
-Nosotros vamos a hacer una apuesta muy fuerte a crear un movimiento nacional alfonsinista,  que sea capaz de hacernos encontrar con la tradición nacional y popular del alfonsinismo. Queremos un radicalismo nacional y popular que profundice los avances  de los últimos 30 años.
-¿Quiénes formarían parte de ese movimiento?
-Dirigentes de diferentes lugares del país, intendentes del interior, de Santa Fe, Córdoba. Hacia fines de febrero o principios de marzo vamos a armar un encuentro.
-¿Y no cree que hay que acordar con otras fuerzas políticas?
-No es tiempo todavía de hablar de eso. El radicalismo tiene que conversar con la sociedad.
-Pero hay algunos dirigentes que ya están conversando con el FAP, por ejemplo.
-Nosotros no creemos, como dicen algunos dirigentes del Frente Progresista, que hay que armar un espacio no peronista. Y mucho menos un espacio solamente electoral.
-¿Y con Sergio Massa? Un hombre cercano a usted, Ricardo Jano, se pasó al massismo.
-Cada uno hace lo que quiere. Si por conversar entendemos un frente electoral, ya le digo que no. Por supuesto creemos que el Gobierno tiene que dialogar con la oposición y la oposición entre sí, pero todavía falta mucho. Nosotros ahora tenemos que ocuparnos, como partido, de ser responsables y evitar otra derrota cultural para nuestro país.
-¿Qué dice a los que comparan este momento con el ´89 o el 2001?
-No hay ninguna posibilidad de que este Gobierno se vaya antes. Estamos en un momento con dificultades, pero el panorama no tiene nada que ver con el del ´89, y mucho menos con el de 2001. Empezando por los precios de los commodities, siguiendo porque el sector privado de la economía no está endeudado, los bancos tienen mucha solidez. Las condiciones objetivas no tienen nada que ver, aunque hay cuestiones subjetivas similares, considerando esto que decía anteriormente.
-¿El Gobierno cometió errores?
-Todos los  gobiernos se enamoran de sus éxitos. El gobierno de Alfonsín, del Plan Austral, el de Carlos Menem, de la convertibilidad y ni hablar de la Alianza. Este Gobierno se enamoró de un dólar barato, tasas de interés bajas y el consumo elevado. Hasta 2011 digamos que funcionó, pero con la fortaleza que dio el triunfo electoral, algunas variables debían haber sido corregidas a tiempo. Ahora, tenemos que pensar que los que hacen ataques especulativos no los hacen contra el Gobierno, sino contra los aciertos del Gobierno, para desacreditar una política de inclusión y escarmentar al gobierno que venga. Quieren hacerle saber al que venga que va a tener que gobernar con ellos y para ellos. Eso hicieron con el gobierno de Menem, y mirá si lo condicionaron, que los primeros dos ministros de Economía eran directivos de Bunge&Born.

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