Su familia y la abogada Leticia Magliotto piden que el caso se investigue como una desaparición por trata de personas para explotación sexual. El último dato que se tiene es que estuvo en el barrio La Paloma, en Tigre.
El 24 de febrero al mediodía, Paula Sandoval debía rendir una materia en su escuela de Tigre. Con sus 15 años, había estudiado durante todo el verano para aprobar. Pero ese día algo ocurrió que cambió los planes de forma drástica, porque la adolescente faltó al colegio, estuvo un rato en la computadora de un cyber y posteriormente fue hasta un barrio llamado La Paloma, donde se perdió su rastro, hace ya 23 días, mientras su familia y la abogada piden que el caso se investigue como una desaparición por trata de personas para explotación sexual.
En diálogo con este medio, la abogada Leticia Magliotto relató que fue presentado un recurso de hábeas corpus con el objetivo de que la causa, actualmente bajo la órbita penal provincial, pase al fuero federal. "Está caratulado el expediente como búsqueda de paradero, cuando tenemos un hecho con claras características de trata de personas. Necesitamos que se investigue en profundidad, y evitar más desprolijidades que nos alejan cada vez más de la resolución del caso", señaló la letrada.
Magliotto señaló que "contrariamente a lo que debería ser, el caso lo están instruyendo efectivos policiales bonaerenses, mientras el fiscal se desliga de su responsabilidad, entonces se vienen registrando errores muy importantes, incluso poniendo en riesgo la integridad de testigos y hasta de la propia Paula".
Días pasados, fue convocada a declarar una familiar de Paula, una chica de 13 años que compartió con ella los últimos movimientos tras decidir por razones desconocidas faltar a la Escuela Media 2 de Pacheco donde tenía que rendir Lengua. "Esto se hizo sin cuidar a la adolescente, a quien interrogaron como una adulta durante dos horas. Tendría que haberse realizado en Cámara Gesell con intervención de especialistas", dijo Magliotto.
El testimonio de la chica es clave para saber qué hizo Paula luego de salir de su casa, sin embargo recién estos días fue valorado su aporte. "No fue secuestrada la computadora del cyber donde estuvieron, seguramente donde Paula envió mensajes a alguien. Y en otro error de instrucción subieron a la nena a un patrullero para que marque por dónde estuvieron en el barrio La Paloma, pidiéndole que identifique a otros testigos. Una aberración", explicó la abogada. Por la desaparición de Paula, la familia viene realizando marchas y hasta cortes de tránsito en la Autopista Panamericana.
"No queremos otra Candela", es una de las frases escritas en los carteles que portan cuando se llevan a cabo los reclamos callejeros. También mencionan sus sospechas sobre un posible caso de trata de personas para explotación sexual.
"Esto es trata. No hay muchas dudas. Paula se comunicó brevemente tras desaparecer con su tía, y luego se mandaron mensajes de texto. Creemos que lo que escribía estaba direccionado por alguien. Luego el silencio absoluto. Estamos ante un caso con una alta estigmatización por el origen social de la víctima. Si fuera una chica de San Isidro estaría interviniendo desde el comienzo la justicia federal, pero aquí dicen que se fue con un novio y especulan que ya volverá", dijo Magliotto.
Se sabe que la llamada realizada por Paula, luego continuada por mensajes, tiene origen en una provincia del interior. "No hagan nada", fue uno de los pedidos presuntamente realizados por la adolescente a su tía, para prometer que pronto volvería. "Para nosotros la mantienen cautiva, porque no la dejan hablar con su familia, hace más de tres semanas. Es un delito más grave que una búsqueda de paradero", explicó la abogada.
"Sospechamos de connivencia y una alta dosis de desidia. Se pidieron los registros de las cámaras de seguridad de Tigre, y la respuesta fue que no había imágenes de Paula en los videos. Pero ese trabajo lo debe hacer la justicia con todos los videos en su poder. Aguardamos que el caso pase al fuero federal", cerró la abogada.
