ACTIVIDADES DEPORTIVAS EN LA PILETA OLÍMPICA Y MUNICIPAL DE BECCAR - MUNDO NORTE

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15/11/14

ACTIVIDADES DEPORTIVAS EN LA PILETA OLÍMPICA Y MUNICIPAL DE BECCAR

El natatorio funciona en el Campo de Deportes Nº 1 (Int. Neyer 1220). Los vecinos lo utilizan como pileta libre o asisten a la Escuela de Natación. Además es sede de torneos federados, nacionales e internacionales.  
Cierre de las colonias de verano 2014 en la pileta del Campo Municipal Nº 1

El 31 de enero de 1988, a través de la gestión del intendente Melchor Ángel Posse, en el Campo Municipal de Deportes Nº 1 (Int. Neyer 1220, Beccar) se creó la primera pileta olímpica de la Región Metropolitana Norte, de 50 metros de largo por 25 de ancho.

En la actualidad, 26 años después, el natatorio se ha convertido en un emblema deportivo para los vecinos de San Isidro y funciona todos los días, desde la mañana hasta la noche.

“La pileta cuenta con un moderno sistema de climatización y una eficaz estructura que la hace apta para estar abierta en cualquier etapa del año. Lo único que deben tener los sanisidrenses es ganas porque después está todo hecho para que la disfruten cuando quieran: la pueden utilizar libremente o asistir a la Escuela Municipal de Natación. Para esto se tienen que inscribir vía web o personalmente en el Campo de Deportes”, afirmó José Goyanes, director general de Deportes y Administración del Municipio.

Además explicó que, por un convenio realizado con la Federación de Aficionados de Natación del Norte de la Provincia de Buenos Aires (FANNBA), el natatorio se presta a atletas federados para que puedan entrenarse.

“También vienen los colegios, en las clases de educación física, y los niños que asisten a las colonias de verano e invierno; se llevan a cabo pruebas de suficiencia física para los guardavidas; y el predio es sede de torneos federales, nacionales e internacionales”, enfatizó.

Mientras se encontraba nadando en pileta libre, Esteban Rise, oriundo de Martínez, contó que le encanta el natatorio porque “es enorme y tiene todas las comodidades”.

“Está buenísima la pile y me gusta venir cuando hace calor”, comentó Martín Lucero, que tiene ocho años y vive en Beccar. A su lado, Juan Ubirre, también de ocho, aseguró que aprendió a nadar con las clases y que ahora no se pierde ninguna.


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