Lo afirman los vecinos que tienen que convivir con la usurpación de 3000 familias. Gustavo Menéndez, intendente electo del FpV, apunta contra el barón del Conurbano, Raúl Othacehé.
Desde
el cielo aparecen como pequeños puntos que se multiplican sobre un gigantesco
predio verde, entre la ruta 1003, barrios cerrados y planes de viviendas a
medio hacer. De cerca, la realidad es otra. Son más de 3000 familias que en los
días previos a la elección del 25 de octubre, se instalaron en tiempo récord en
ese terreno de 60 hectáreas de Merlo, ante la inacción del Municipio, aún
controlado por el histórico Barón del Conurbano, Raúl Othacehé, en medio de una
brutal retirada del poder de los caciques bonaerenses.
Los
vecinos del lugar ya bautizaron a la toma como "el Indoamericano" que
le deja el derrotado jefe comunal a María Eugenia Vidal para diciembre.
La situación desató una interna entre Othacehé y el intendente que asumirá el próximo 10 de diciembre, Gustavo Menéndez, también del Frente para la Victoria, que lo derrotó en las PASO de agosto tras más de 24 años ininterrumpidos en el poder.
En la zona, los servicios básicos están suspendidos. No pasan colectivos, ambulancias, ni patrulleros. Es más, los vecinos denuncian que hubo un herido de bala que fue internado en el Hospital Eva Perón tras un enfrentamiento con los ocupas.
Según
afirma la denuncia que Menéndez presentó ante la Justicia, las usurpaciones
"habrían sido instigadas, organizadas y luego ejecutadas por punteros
vinculados al actual intendente" con el objeto de crear caos en los días
previos a la elección.
"Hay
un segundo y mucho más oscuro objeto, según empleados municipales de la
Secretaría de Obras Públicas, cuya identidad se preservan por miedo a
represalias del actual intendente, que aseguran que el real motivo de la toma
ha sido cubrir un desfalco millonario en contra del erario nacional y de los
vecinos merleses que son mucha ilusión esperaban recibir una vivienda",
agrega en su denuncia.
En
su entorno apuntan, además, contra Luis D'Elía ya que, señalan, que alguno de
los usurpadores serían militantes de MILES, su espacio político.