Una Ley que cambio La Política Argentina
Un
día como hoy hace 112 años se votaba la Ley Sáenz Peña.
No hay
ninguna duda que hay leyes que dejan una huella importante en la sociedad
argentina, y este es el caso de la llamada Ley Sáenz Peña.
Luego de los
reclamos y extensa lucha del radicalismo por incorporar derechos civiles y
políticos, hace 112 años en el recinto del Congreso de la Nación, los miembros
del Senado votaron afirmativamente el proyecto de ley, previamente aprobado por
Diputados, sobre elecciones nacionales. La misma que, promulgada el 13 de
febrero de 1912 y publicada el 26 de marzo de ese mismo año, Ley Nº 8.871 que
fuera impulsada por el Presidente Roque Sáenz Peña con redacción del jurista y
Ministro del Interior de entonces, Dr. Indalecio Gómez.
Hay que
señalar que, en ese momento histórico, estos cambios reclamados por largas
luchas por la Unión Cívica Radical colocaron a la Argentina a la vanguardia en
la incorporación de derechos. La incorporación de derechos siempre debe ser
continua, pues surgen nuevos derechos y los contextos políticos sociales y
culturales cambian.
La
incorporación de esta norma daba por cumplido un viejo anhelo de la “lucha
contra el fraude” que dio lugar al nacimiento de la Unión Cívica Radical. Un
viejo anhelo que se hacía realidad. Más de dos décadas de abstención electoral,
tres revoluciones y decenas de vidas fue el precio pagado para lograr en la
Argentina el derecho al voto «secreto» con la utilización de boletas,
«obligatorio» para los inscriptos en el padrón y «universal», aunque esa
universalidad contemplaba únicamente a varones argentinos nativos o
naturalizados mayores de 18 años con la excepción de los dementes, los
mendigos, los religiosos, los miembros de las fuerzas de seguridad, los
convictos y los habitantes de los territorios nacionales. Otra lucha continuará
para lograr la universalidad: “el derecho al voto femenino” que paradójicamente
en la misma fecha en la provincia de San Juan, pero quince años más tarde, será
aprobado por primera vez en nuestro país y también será de la mano del
radicalismo.
La
sanción de esta ley marcará un hito en la política nacional, y muy
especialmente en el partido de Leandro Alem, quedando atrás, aunque no del
todo, las “tradicionales” prácticas fraudulentas del conservadurismo argentino,
que garantizaban sus triunfos electorales por medio de la intimidación de los
ciudadanos hasta en los propios atrios electorales, el acaparamiento, en su
mayoría por la fuerza, de libretas de enrolamiento para la suplantación de
identidad o evitar el sufragio de opositores y hasta el voto de personas
fallecidas por falta de padrones, entre otras artimañas.
El 31 de
marzo de 1912 en Santa Fe, sería la primera prueba y puesta en vigencia de la
llamada Ley Sáenz Peña, resultando electo el candidato a Gobernador de la Unión
Cívica Radical, siendo electo por el 40% de los votos y el 02 de abril de 1916
Don Hipólito Yrigoyen, que había sido uno de los principales promotores de esta
ley, sería consagrado como el primer Presidente argentino electo por el voto
universal, secreto y obligatorio.
Y con la
llegada de Hipólito Yrigoyen como el primer presidente electo por el voto
popular, sería el comienzo de una nueva página en la historia y de la
democracia como la conocemos hoy en día.
Costo mucho lograr los derechos del sufragio universal y obligatorio.
Mantengamos vivo ese espíritu y sigamos ampliando
los derechos civiles y políticos cuyo camino señalo Alem e Hipólito Yrigoyen.
La sanción de esta ley marcará un hito en la política nacional.
Lic. Javier Argolo.