Hipólito Yrigoyen falleció en la ciudad de buenos aires a los 79 años de edad el lunes, 3 de julio de 1933.
En tiempos como los actuales, donde algunos como el presidente Milei nos retrotraen a momentos que creíamos superados en la República Argentina, donde se atacan las instituciones, al Radicalismo y quieren rediscutir hasta la soberanía y los derechos sociales.
Hombre profundamente honesto, de convicciones
firmes. Vanguardista para la época, se animó a pensar grandes proyectos para la
Argentina del futuro.
Fue el primer presidente electo luego de la ley
Sáenz Peña. Fue el primero en nuestra historia en representar a los
trabajadores: vacaciones pagas, jornadas de 8 hs, descanso dominical. La
educación también fue prioridad de su gobierno: creo escuelas por todo el
territorio nacional, implementó el guardapolvo blanco para demostrarnos que la
educación nos iguala y tuvo la voluntad política de acompañar la Reforma
universitaria, lo que la hizo posible.
Produjo una revolución agraria para los
chcacareros. Tierras, facilidades, reglas claras y leyes que los amparaban para
que se avance al final de los grandes latifundistas explotadores.
Creo YPF y nos hablaba de un ferrocarril que uniera Argentina con Sudamérica. Fue presidente 2 veces.
En el año 1930 el primer golpe militar de nuestra
historia termina con su gobierno. Era lógico, a los milicos nunca les gustaron
los gobiernos populares ni los líderes amados por su pueblo.
El día de su derrocamiento los militares
irrumpieron en su casa del barrio de Balvanera. Tomaron sus ropas, sus muebles
y las tiraron a la calle para prenderles fuego. Todas sus pertenencias quedaron
exhibidas y quizás fue ahí cuando el pueblo vio por primera vez la austeridad
en la que vivía su presidente. Murió 3 años después.
Bajo el liderazgo de Hipólito Yrigoyen la UCR se
convirtió el primer partido político moderno de la
Argentina y el de mayor antigüedad existente en
Latinoamérica en el cual, por sus filas, han
pasado miles de hombres y mujeres que con la
militancia como mástil enarbolaron las banderas
de la democracia, la justicia, la libertad, la
igualdad, la solidaridad y la dignidad del pueblo.
El Radicalismo tiene una trayectoria en defensa de
los trabajadores, del interés nacional, del Petróleo y la energía como recurso.
Las ideas de Yrigoyen sobre economía, soberanía y derechos políticos y sociales están ahora más vigentes que nunca. Por ese motivo es nuestra obligación levantar las banderas de Yrigoyen luchar por ellas haciendo honor a su persona.
Hipólito Yrigoyen dio una gran la impronta de
independencia política y económica, deja en claro que cuando se quiere, se
puede, que el decir y el hacer pueden ir de la mano, y que la fortaleza está
dada por el actuar de manera honesta de cara a la ciudadanía.
Juan Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen murió nueve días antes de cumplir los 81 años. Fue dos veces presidente, pero ante todo fue un hombre que marcó la vida política de la Argentina, un luchador y un líder Político sin igual.
Su legado aún perdura en la Argentina.
Licenciado Javier Argolo.