Un día como hoy un 1 de julio de 1896, fallecía a los 54 años de edad Leandro Alem.
Era un Abogado que fue electo como Diputado
Nacional por la provincia de Buenos Aires en dos oportunidades (1874-1878 y
1895-1898 por la Unión Cívica Radical cargo que ejerció hasta su muerte en
1996).
También fue electo Diputado de la provincia de Buenos Aires (1872-1873 y 1879-1880) y Senador Nacional por la Capital Federal (1883-1892 ejerciendo el cargo desde 1891 tras la renuncia de Julio A. Roca y 1889-1895 sin incorporarse al cuerpo ya que tras aprobarse su diploma fue expulsado del mismo como consecuencia de la Revolución Radical de 1893).
Fue el principal impulsor y
fundador de la Unión Cívica de la Juventud en 1889, de la Unión
Cívica en 1890 de la que fue su presidente y tras la división de esta en 1891
funda y preside hasta 1896 el Comité Nacional de la Unión Cívica
Radical.
En 1890 organizo y lidero la llamada Revolución del Parque de Artillería y junto a su sobrino Hipólito Yrigoyen, encabezarían la Revolución Radical de 1893 la cual culmino con la detención de Alem en Rosario el 1 de octubre de ese año.
Leandro Alem era conocido
como “El defensor de los desposeídos” o "Presidente de los corazones
argentinos", tal eran alguno de los nombres que le había dado el pueblo,
era un hombre austero, destacado y vehemente orador de voz llorosa y puño
cerrado que entusiasmaba a sus seguidores.
Por la firmeza de sus convicciones y una profunda depresión debido al enfrentamiento con Yrigoyen lo que consideraba un obstáculo para la marcha del partido decide suicidarse de un tiro en la sien cuando viajaba en su carruaje rumbo al club “El Progreso” en una fría y lluviosa mañana de invierno dejando a su lado una nota que decía “Perdónenme el mal rato, pero he querido que mi cadáver caiga en manos amigas y no en manos extrañas, en la calle o en cualquiera otra parte” y más tarde en su dormitorio se encontró un sobre que decía “Para Publicar” conteniendo lo que se conoce como “Testamento político de Leandro Alem” y que comenzaba diciendo: “He terminado mi carrera, he concluido mi misión. Para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir. ¡Sí, que se rompa, pero que no se doble!”
Sin ninguna duda su pensamiento, acciones y convicciones dejaron un gran legado y cambiaron la política Argentina.
Por eso afirmamos que Leandro Alem fue un hombre que cambio la historia.
Lic Javier Argolo