Por Román Reynoso para Mundo
Norte
El calendario astronómico de
2025 se despide con un evento de características excepcionales. La denominada
"Luna Fría", que iluminará los cielos esta semana, no será
simplemente la última superluna del año, sino que protagonizará un fenómeno inusual
conocido como el "standstill lunar mayor". Este evento, que ocurre en
ciclos de 18,6 años, posicionará al satélite natural en un punto extremo de su
órbita, ofreciendo en el hemisferio sur —y puntualmente en nuestro país— un
espectáculo visual único que no volveremos a presenciar con esta intensidad
hasta dentro de casi dos décadas.
Según los datos técnicos
proporcionados por el portal especializado Star Walk y replicados por fuentes
locales, la fase de plenitud se alcanzará este 4 de diciembre a las 23:14 GMT.
Sin embargo, para los observadores en suelo argentino, el disco lunar se
presentará con una luminosidad total ideal para la observación entre el 3 y el
5 de diciembre.
Un fenómeno astronómico de
rareza cíclica
Lo que distingue a esta
superluna de otras no es solo su perigeo (su punto más cercano a la Tierra),
sino su declinación. El standstill lunar implica que la órbita de la
Luna alcanza sus límites máximos de altura en la esfera celeste. Para la
Argentina, esto se traduce en una configuración particular: el satélite
transitará la bóveda celeste a una altura notablemente baja sobre el horizonte.
Esta posición baja genera dos
efectos visuales inmediatos para el ojo humano, conocidos como la "ilusión
lunar":
1. Tamaño
aparente: Al estar próxima a referencias terrestres como edificios o
árboles, la Luna parecerá significativamente más grande de lo habitual.
2. Cromatismo: La
luz lunar deberá atravesar una capa más densa de la atmósfera terrestre, lo que
filtrará las longitudes de onda azules y permitirá que lleguen a nosotros los
tonos cálidos. Como resultado, se espera que el satélite exhiba coloraciones
doradas e incluso rojizas intensas.
Mientras que en el hemisferio
norte la Luna se verá extraordinariamente alta, en nuestras latitudes el
fenómeno invita a buscar horizontes despejados para captar la salida del astro,
momento en el que su magnitud y color serán más impactantes.
Recomendaciones para la
observación
No se requiere instrumental
complejo para disfrutar de este evento. Los expertos sugieren simplemente
ubicarse en lugares con buena visibilidad hacia el punto cardinal por donde
asoma la Luna al atardecer. Es una oportunidad inmejorable para la fotografía
astronómica y paisajística, dado el contraste de colores y el tamaño aparente
del disco lunar.
Estamos ante la clausura definitiva del ciclo de superlunas de este año, y la combinación de factores orbitales la convierte en la más "extrema" hasta el año 2042. Un recordatorio de la mecánica celeste que, aunque precisa y matemática, no deja de ofrecer un show conmovedor para cerrar el 2025.
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