Por Román Reynoso para Mundo
Norte
Una jornada vibrante se vivió
ayer en el Campo de Deportes Nº1 de Beccar, donde el fútbol infantil demostró,
una vez más, ser el motor de inclusión más potente del conurbano. Con la
participación de más de 3.000 chicos de entre 6 y 12 años, el intendente Ramón
Lanús encabezó el cierre de año de la Liga Municipal de Baby Fútbol, un evento
que congregó a 44 instituciones entre clubes y sociedades de fomento.
El acto no fue solo una
entrega de premios, sino una reivindicación del rol social que cumplen estas
instituciones intermedias. Ante una multitud de familias, Lanús destacó la
función vital del deporte base: "Seguimos acompañando a los clubes de barrio,
porque son parte de la identidad de San Isidro y son un segundo hogar para
muchos chicos. Cumplen un rol enorme en sostener, integrar y educar, y nos
permiten llegar a cada rincón del Municipio".
La estructura del torneo, que
se desarrolla religiosamente cada sábado en distintas sedes municipales y
barriales, culminó con una novedad institucional significativa: por primera
vez, los campeones de los torneos Apertura y Clausura definieron sus títulos en
el Microestadio del Bajo de San Isidro, jerarquizando la competencia amateur.
Más allá de lo estrictamente
deportivo, la gestión municipal puso el foco en la asistencia integral. Durante
la temporada, se garantizó la entrega de viandas semanales, material deportivo
y, en un dato no menor para la formación de formadores, se implementaron
capacitaciones para técnicos y delegados a cargo de la Fundación River.
Asimismo, se sostuvo la campaña contra la violencia en el deporte, un flagelo
que suele empañar estas competencias formativas.
El cierre festivo contó con la presentación de Zakude, la musicalización de Topo Mix DJ, batallas de freestyle y el color de las murgas locales, sellando un año donde la política deportiva buscó amalgamar la competencia con la contención social.
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