En la apertura de sesiones ordinarias, la presidente efectuó un repaso de lo hecho por el kirchnerismo desde 2003. Ratificó la importancia de la actuación del Estado y aseguró que es ser "más eficiente o tanto como lo privados a la hora de la gestión". Reclamó una justicia menos corporativa y anunció medidas contra los “sectores concentrados, oligopólicos y monopólicos”.
Al inaugurar el 132° Período Ordinario sesiones en el Congreso Cristina Kirchner señaló que ratificamos “una vez más que la economía ha vuelto a crecer y que completamos el período de crecimiento con inclusión social más virtuoso de nuestros 200 años como Nación".
Acompañada por el vicepresidente Amado Boudou y el titular de la Cámara baja, Julián Domínguez, la jefa de Estado hico mención a dos documentos, uno del Banco Mundial y otra de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en los que se elogiaba el programa de Precios Cuidados y se señalaba la importancia de la transferencia de recursos para los sectores de bajos recursos y las políticas sociales destinadas a población vulnerable.
En ese sentido la presidente remarcó que "el mayor elemento para reducir la pobreza en la Argentina no fueron las transferencias de recursos desde el sector público, sino el surgimiento del trabajo legal y registrado".
"En estos años hubo un altísimo grado de sindicalización, herencia del peronismo, uno de los pilares fundamentales que ha permitido generar una clase trabajadora que lucha por sus derechos, que tiene memoria colectiva y que no permite retrocesos" afirmó la mandataria. A esto le sumó la existencia del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, "el más importante de América Latina no sólo en términos nominales sino también en paridad de poder adquisitivo". También defendió las paritarias y las negociaciones colectivas. Además señaló que el índice de desocupación llegó al 6,4 por ciento”, el más bajo de que tengamos memoria".
Los sindicatos fueron objeto de elogios y los calificó de "pilares fundamentales de la clase trabajadora", y remarcó "el crecimiento que han tenido los afiliados a nuestros sindicatos argentinos y el altísimo grado de sindicalización, herencia del peronismo".
A pesar de la ausencia de parte del bloque de UNEN en el recinto estaba presente gran parte de la oposición entre ellos Patricia Bullrich y Gabriela Michetti (Pro), Ricardo Alfonsín, Gerardo Morales y Julio Cobos (UCR) y Martín Lousteau de UNEN. El oficialismo dio el presente en su totalidad, y había sindicalistas y funcionarios kirchneristas, como Omar Viviani, Martín Sabatella, Gabriel Mariotto, los ministros y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli
A los opositores Cristina Kirchner les señaló que “siempre les miro la cara a los opositores. Hay que mirar y escuchar a todos". Ya Gerardo Morales en particular le pidió "no ser escéptico" ya que el Estado puede resultar un gestor tan eficiente como los privados "en función del bien de la gente".
La presidente defendió la política económica del kirchnerismo y afirmó que "hemos soportado ocho corridas cambiarias por 60 mil millones de dólares. Esos son los obstáculos que hemos tenido que superar. Esto ha sido muy difícil. La primera corrida cambiaria comenzó conmigo. Recuerdo que él me decía que cuando llegó todo pendía de un hilo. Cuando empezamos a pelechar todos tenemos distinto actitudes y nos queremos apropiar de la renta", señaló, y recordó que "en términos de deuda, en 2003 cada habitante debía 25.6 y en junio de 2013 es de 1,9".
La inflación no apareció en el mensaje presidencial, lo suplió un eufemismo “no hay ningún justificativo para el aumento de valores que no se condicen con la realidad y saquean el bolsillo de los argentinos. Estamos pidiendo también como correlato a nuestros empresarios que valoren el inmenso esfuerzo que se ha hecho en estos años. Una vez más la economía ha vuelto a crecer y estamos volviendo a completar el periodo de crecimiento económico con inclusión más importante de nuestra historia como Nación”, sostuvo" sentenció.
Al respecto la mandataria señaló que “entre muchas de las cosas, debemos poner en agenda legislativa y abocarnos a sancionar instrumentos que defiendan de una buena vez a los usuarios y consumidores frente al abuso de sectores concentrados, de sectores monopólicos y oligopólicos".
Los únicos gremialistas que quedaron en el ojo de la tormenta fueron los docentes y criticó que "cada año sea un parto el inicio de clases. Uno se siente rehén, porque la gente no puede mandar a sus chicos a la escuela, mientras la gente tiene que laburar, tiene que hacer cosas” a la vez que defendió la idea de abonar un plus por presentismo y dijo que este concepto es central para definir un estándar de calidad educativa.
La justicia no quedó al margen de las palabras de la presidente y señaló que "no puede ser" que "haya un sector que no lo controla nadie" y reclamó a los jueces "ponerle un poco mas de onda porque tienen muy buen presupuesto, ganan buenos sueldos, siguen sin pagar ganancias, y necesitamos una buena justicia”. Además criticó que "cuando se llama a un fiscal, cuando se llama a un juez no te viene nadie, no encontrás a un juez o fiscal a las 3 o 4 de la mañana ni por casualidad. Un poquito de control popular no le viene mal a nadie” afirmó la Jefa de Estado y manifestó que "sigo creyendo que la reforma judicial era un excelente proyecto" aunque aclaró que "un juez no puede ser opositor y tampoco oficialista"
Por otra Cristina Kirchner defendió la actuación de las empresas re estatizadas como Aerolíneas e YPF. Respecto de la línea aérea de bandera indicó que "sin la recuperación de Aerolíneas y sin la renovación de su flota, que al momento de su recuperación valía 300 millones de dólares y hoy es de más de 1300 millones de dólares". Con relación a la petrolera afirmó que se producirá "una revolución energética. Sólo estamos importando el 9,4 de la oferta total de energía, y con la recuperación de YFP vamos al autoabastecimiento definitivo. Es una falacia hablar de autoabastecimiento energético antes de 2003, la gente no consumía porque no tenía cosas para enchufar: ahora sí".
En el área sanitaria remarcó la ampliación del calendario de vacunación obligatorio, la construcción de nuevos hospitales y centros de atención. Igualmente expresó que existe una dificultad: "Tenemos una buena cantidad de médicos, pero el problema es su distribución". Además destacó en Argentina el 64 por ciento del gasto de salud lo hace al sector público, mientras que en Estados Unidos solo el 48 por ciento de esa inversión es estatal.
Cristina Kirchner reiteró la defensa del gobierno venezolano y denunció el "intento de golpe suave que se quiere dar" contra Venezuela y llamó a "defender la democracia, independientemente de las ideas".
"No vengo a defender al gobierno de Venezuela, no vengo a defender al presidente Nicolás Maduro. Vengo a defender el sistema democrático de un país como lo hemos hecho cuando sucedió lo que sucedió en Bolivia, Ecuador y como lo haremos en cada país de la región, aunque sean de izquierda, de derecha, del medio o del fondo", señaló la mandataria.
La Presidente expresó que "la democracia no es ni de derecha ni de izquierda; la democracia es respeto por la voluntad del pueblo”. La democracia es respetar la voluntad del pueblo expresada soberanamente, y eso está directamente vinculado a la paz y a la vida".
En ese marco la Jefa de Estado pidió "rescatar una tradición de la Unión Cívica Radical (UCR) que respetó el valor de la democracia", mientras indicó que los peronistas "no le dábamos históricamente tanto valor. Aprendimos con letra y sangre que la democracia es una cuestión de paz y vida".
Finalmente Cristina recordó el discurso de asunción de su esposo en 2003 y señaló que “por aquel entonces, él dijo: 'Concluye en la Argentina una forma de hacer política y de gestionar el Estado. Colapsó el ciclo de anuncios grandilocuentes seguidos de la desilusión (…) y para esto tiene que haber un compromiso activo de la sociedad en ese cambio'. Ese es el empoderamiento del que hablo”.
En estos diez años, afirmó la presidente, “ubicamos en un lugar central la idea de construir un capitalismo nacional” y llamó a los empresarios a defender esa idea y les dijo que tienen que entender que “van a ser fuertes en la medida que el país sea fuerte; si no, no van a ser ni cola de león, sino cola de ratón”.
