La Secretaria
de Educación, Cultura y Contención Social, Alicia Aparicio, supervisó la
instalación de la botonera una herramienta de prevención y pedido rápido de
auxilio ante hechos de inseguridad, emergencias médicas o necesidad de bomberos.
El agresor de la docente Cinzia Pellegrini continúa en libertad, por lo que la
funcionaria apoyó el reclamo por una pronta definición judicial: “No queremos
que las víctimas estén encerradas y el responsable suelto”.
El Municipio de
San Fernando expresó nuevamente su apoyo a la comunidad de docentes, padres de
alumnos, compañeros y familiares de la maestra Cinzia Pellegrini, vicedirectora
de la Escuela Especial N° 503 quien fue golpeada y gravemente herida a
principios de marzo. Su agresor, Gustavo Garay, continúa libre y la institución
no tiene clases por falta de garantías de seguridad, por lo que la Comuna le
proporcionó un Botón de Pánico y un portero eléctrico con cámara y monitor
interno.
La Secretaria
de Educación, Cultura y Contención Social, Alicia Aparicio, visitó el colegio y
se reunió otra vez con sus autoridades para llevarles estos nuevos mecanismos
de seguridad. Aprovechó allí para reforzar su reclamo a la Justicia: “Seguimos
esperando que accionen. El caso requiere rapidez porque la escuela debe retomar
sus clases y el personal está muy preocupado”.
“Las maestras
pidieron poner una reja que el Consejo Escolar se comprometió a colocar, pero
no queremos que las víctimas estén encerradas y el responsable suelto”,
prosiguió la funcionaria.
Junto a ella se
manifestó María José Parejo, Secretaria General de SUTEBA San Fernando (Sindicato
Único de los Trabajadores de la Educación de Buenos Aires) y representante de
la CTA Zona Norte: “Supimos que el agresor está por la zona y eso trajo mucho
temor a los docentes, porque todavía no tienen las medidas de seguridad para
seguir trabajando. La Provincia prometió y hasta ahora no cumplió”.
El personal de
la Escuela Especial N° 503 de Lavalle y General Pinto mantiene por el momento
una medida de fuerza y cumplen su horario en otros colegios, mientras que los
chicos de diferentes capacidades que normalmente concurren allí, no lo están
haciendo.
Rodrigo De la
Cruz Díaz, Supervisor del Centro de Monitoreo y responsable del programa Botón
de Pánico, instaló el moderno artefacto que el Municipio cedió a la
institución. “Es un sistema de alarma temprana que sirve para emergencias
policiales, médicas o siniestrales, con sólo apretar un botón en la pared o en
un llavero que se puede presionar hasta desde la vereda de enfrente”, lo
describió.
Detalló además
qué otros establecimientos están protegidos dentro de la red: “Ya se instaló en
centros de jubilados, comercios de la calle Santamarina en una primera etapa y
a modo de prueba, Polideportivos, UDI (Unidades de Desarrollo Infantil), CEIM
(Centros Educativos Integrales Municipales), en los Centros de Salud renovados
y en otras dependencias de la comuna. En el próximo mes se colocará en el
centro comercial de Virreyes”.
Por su parte,
Romina, madre de Damián, un chico discapacitado de 9 años, opinó sobre las
nuevas medidas de seguridad: “El botón y las rejas nos parecen bien, pero me
parece contradictorio que nuestros chicos estén encerrados y el agresor libre”.
Comentó también
cómo se sienten los padres: “Estamos muy preocupados por lo que
sucedió y porque este hombre siga dando vueltas por la escuela. Lo que pasó no
fue un hecho aislado. Él ya había tenido episodios de violencia y no sabemos
qué puede llegar a pasar si entrara a la escuela de nuevo. Muchos de nuestros
nenes no pueden hablar o no saben pedir ayuda”.
“No están viniendo a clases y a ellos
les cuesta mucho aprender. Un solo día que faltan los perjudica mucho, un mes
ya es demasiado”, completó. A su lado, Rosa, madre de otro alumno, adhirió al
reclamo: “Estamos muy preocupadas por la inseguridad, por eso las cámaras y la
botonera son muy importantes. Queremos que esta persona esté presa y que
nuestros chicos vuelvan a clases”.